Eden Hazard ha vuelto a hablar sin ningún tipo de filtro sobre su paso por el Real Madrid, así como sobre algunos de sus momentos más complicados como futbolista. El ya exfutbolista ha mirado a su pasado como jugador con autocrítica y ha desvelado el motivo por el cual su estado de forma empeoraba antes de comenzar la temporada.
Lo ha hecho en una conversación con el que fuera su compañero en el Chelsea, John Obi Miker con quien ha hablado largo y tendido sobre temas como su sobrepeso. «Cada verano engordaba 4 o 5 kilos porque pensaba que ya había dado mucho durante diez meses. Pones tu cuerpo al máximo nivel y la gente te da patadas».
«Así que tu tiempo libre es tu tiempo libre. Como belga, me encantaban las cervezas porque mi país tiene las mejores cervezas del mundo, así que no te digo que solía beber todos los días porque no es verdad, pero a veces, después de un buen partido, una o dos están bien», ha continuado diciendo.
Asimismo, el belga también deja claro que sus vacaciones eran sagradas: «No me pidas que haga nada. Me gusta estar con mi familia, ir a la playa. No me pidas que corra en esas tres o cuatro semanas. Puedo jugar al fútbol en la playa con mis hijos, no hay problema, pero no me pidas que corra».
La manera de afrontar las pretemporadas por parte del futbolista, chocaba con el nivel de exigencia que se pide a los jugadores de alto nivel, como es el caso del Real Madrid. Algo que el club blanco comprobó een el verano de 2019: «El primer mes de la temporada es la parte en la que pensaba que era solo el principio, y luego, a partir de septiembre y octubre, estaba volando, porque necesitaba tiempo para poner mi cuerpo y mi mente de la mejor forma. Así que sí, es cierto, volví de las vacaciones con cinco kilos, lo sabía».
No obstante, justo cuando empezaba a tener su mejor forma se lesionó ante el partido del PSG debido a la patada de Thoma Meunier. A partir de entonces fue cuando se le justó todo y de esa situación no supo escapar el exfutbolista: «Hacía ejercicios en casa y para mí, era suficiente. No pensé que había que hacer más. Después de dos meses me di cuenta de que sí debí hacer más. Cuando volví al campo, lo noté».
Asimismo, el belga también contó que pidió a Zidane «ayudar» y «empujar», no obstante, el día que acabaron campeones dijo: «No, no puedo hacer más, estoy acabado. Mi cuerpo está sufriendo mucho, así que necesito hacer una rehabilitación adecuada, pero ya era el final de la temporada».