La historia de Amy y Ano, dos gemelas idénticas que fueron separadas al nacer en Georgia y reunidas gracias a las redes sociales, le está dando la vuelta al mundo y puso sobre la mesa el fenómeno del robo de bebés en ese país europeo.
La pasión por el baile llevó a Ano Sartania al escenario de Georgias Got Talent en 2014 cuando tenía solo 12 años. No se imaginó que a más de 300 kilómetros de distancia Amy Khvitia la miraba frente al televisor.
No había duda de que eran idénticas, pero la familia de Khvitia lo atribuyó a una coincidencia. Tres años después, Sartania recibió una respuesta similar al encontrar una foto de su hermana en redes sociales.
Fue solamente hasta 2021 que sus caminos volvieron a cruzarse: una amiga de Sartania le mostró un video que publicó Khvitia en TikTok. Mediante esa red social tuvieron su primer contacto.
“El primer mensaje de ambas decía ‘te he estado buscando tanto tiempo’”, dijo Ano Sartania.
Al confrontar a sus familias confirmaron que eran adoptadas. Khvitia viajó varios kilómetros para conocer a su gemela.
“Estaba mirándome en el espejo, era exactamente la misma voz, los mismos gestos, todo era igual”, agregó Sartania.
El dolor y la rabia de sentir que su pasado estuvo marcado por la mentira hizo que Sartania se resistiera a buscar a su familia biológica, sin embargo, se dio eventualmente ante la insistencia de Khvitia quien compartió su historia en un grupo de Facebook.
Tamuna Museridze, una periodista que también descubrió que fue adoptada, fue la creadora de esa página de Facebook. Ella, tras contrastar documentos, destapó una olla podrida.
“Cada madre escribía la misma historia: decían que después de dar a luz les informaban que el niño murió y que estaba enterrado en el cementerio del hospital”, dijo la periodista, quien descubrió lo que describe como un mercado de venta de bebés que se extendió desde 1970 hasta 2005.
“Estas madres empezaron a buscar sus documentos y encontraron el certificado de nacimiento de su hijo, pero ninguno de defunción”, complementó la comunicadora.