El atacante internacional Paolo Guerrero desistió el jueves de jugar en Perú, donde firmó contrato con el club César Vallejo, tras recibir amenazas de extorsión y de secuestro.
«Quiero pedir disculpas. Es una decisión que he tomado con mi familia de no llegar, de rescindir mi contrato por todas las amenazas que sigo recibiendo», dijo Guerrero al canal América Televisión.
Según Guerrero, que vive en Brasil (Rio de Janeiro), las últimas amenazas llegaron el miércoles por WhatsApp al teléfono de su madre Petronila González y familiares en Lima.
«Lo conversé en casa también con mi mujer y tomamos la decisión de que no iba a viajar. No iba a exponer a mi familia, sobre todo con tres niños», manifestó.
«No esperaba que pase esto», agregó el jugador de 40 años, sin precisar si le habían exigido una cifra exacta de dinero.
El atacante indicó que las primeras amenazas surgieron luego que el club, con sede en Trujillo (norte), hizo público el fichaje el 2 de febrero.
«Somos la organización que está detrás de la mayoría de los asesinatos y secuestros en Trujillo. Depende de Paolo si quiere que su estadía en Trujillo sea pacífica o aterradora», dicen algunos de los mensajes difundidos por el canal América Televisión.
Los mensajes anónimos amenazan incluso con un secuestro, lo que hizo recordar el drama que vivió el jugador colombiano del club inglés Liverpool Luis Díaz cuyo padre fue secuestrado en noviembre por la guerrilla.
– Sigue con contrato –
El presidente del Vallejo, Richard Acuña confirmó que Guerrero tiene aún contrato con el equipo de la ciudad de Trujillo porque no existe un documento formal solicitando su rescisión.
«Lamento la decisión que Paolo no quiera jugar en un club peruano. En la actualidad sigue siendo jugador de Vallejo y lo esperamos que llegue el sábado 17», declaró a la prensa Acuña.
«Nuestros jugadores en ningún momento han tenido problemas de seguridad o amenazas. Estamos bastante preocupados por las declaraciones de Guerrero», manifestó Acuña.
Tercera ciudad de Perú con poco más de un millón de habitantes, Trujillo está bajo estado de emergencia por la violencia de bandas internacionales, como la venezolana Tren de Aragua.
Las autoridades ordenaron además esta semana suspender la atención en locales comerciales, eventos sociales y espectáculos en este polo industrial del norte del país entre las 00H00 y 04H00 «hasta controlar en forma definitiva la ola de delincuencia».
«En Río de Janeiro, donde vivo hace 10 años, es peligroso, pero nunca he vivido esto (amenazas de secuestro). Todo esto es nuevo para mí. Yo sólo quiero jugar al fútbol», detalló el artillero.
«Mi pasión es el fútbol, yo quiero jugar, tener tranquilidad. Nunca he pasado por esta situación», añadió Guerrero.
La madre de Guerrero presentó el miércoles una denuncia por extorsión a la policía, según parte policial difundido por Canal N de televisión.
«Ante las amenazas de extorsión que habría recibido la familia del futbolista Paolo Guerrero, un grupo de agentes realiza las investigaciones a fin de dar con los autores de los mensajes», indicó la policía en la red social X.
Vallejo contrató al atacante de cara principalmente a su participación en la Copa Sudamericana 2024.
Guerrero comenzó su carrera en Alemania donde jugó con los clubes Bayern Múnich (equipo que lo reclutó en 2002) y Hamburgo; Emigró a Brasil en 2012 donde jugó en Corinthians, Flamengo, Internacional y Avai.
En 2023 lo contrató con Racing de Argentina. Su siguiente camiseta ese año fue la del ecuatoriano LDU de Quito, donde logró el título de la Copa Sudamericana 2023.