La Corte de Apelaciones de Estados Unidos confirmó las condenas de cadena perpetua más 30 años de prisión a Juan Antonio «Tony» Hernández y Geovanny Fuentes Ramírez por narcotráfico. Ambos fueron condenados por conspirar para importar cocaína a Estados Unidos y otros delitos relacionados. La decisión, ratificada el 22 de enero de 2024, sostiene las sentencias impuestas por el juez Kevin Castel, rechazando los argumentos presentados en sus apelaciones.
Tony Hernández argumentó que sus declaraciones a la DEA en 2018 fueron admitidas erróneamente en juicio, porque habló sin contar con un abogado y que los comentarios del fiscal durante la sumatoria le privaron de un juicio justo. Además, dijo que no se investigaron posibles malas conductas del jurado. Geovanny Fuentes Ramírez argumentó que los cargos contra él habían prescrito y cuestionó la evidencia y la severidad de su sentencia. La Corte de Apelaciones rechazó todos estos argumentos, ratificando las condenas originales.