Uno de los rubros que mayor sustento brinda a los hondureños es el de la apicultura, el proceso de extracción de miel, generando empleo y circulante en el bolsillo de los pobladores de diversas aldeas y municipios del país.
En Tomalá, departamento de Lempira, los productores señalan que “la cosecha prácticamente se inicia a inicios de noviembre, donde la cosecha dura cuatro meses y a lo largo de ese tiempo se saca la miel unas tres veces”.
Municipios como Azacualpa, Las Lajas y San Marquito, son parte de esta tradición, donde entre los productos que se obtienen son miel, jalea real, propóleo, cera y polen.