Un trágico suceso sacudió la ciudad de Houston, Texas, el domingo 11 de febrero, cuando un tiroteo ocurrió en la Iglesia Lakewood, una de las congregaciones evangélicas más prominentes del área.
La comunidad religiosa se vio afectada cuando un individuo armado, identificado posteriormente como Genesse Moreno de 35 años, una persona transgénero conocida legalmente como Jeffrey, abrió fuego dentro del recinto.
Según informes del jefe de la Policía de Houston, Troy Finner, Moreno ingresó al templo momentos antes de las 2 de la tarde, acompañado por un niño de aproximadamente cinco años. Portaba un arma larga y una mochila en la espalda, desatando el caos y el terror entre los feligreses que se preparaban para participar en el servicio religioso.
Genesse Moreno se hacía llamar Jeffrey Escalante Moreno, entre otros alias, y era de El Salvador. El niño que Moreno llevó a la iglesia resultó herido de bala.
El niño permanece en estado crítico en un hospital local. Un hombre de 57 años también recibió un disparo en la pierna y fue trasladado a un hospital para recibir tratamiento, según The Post Millennial.
El tiroteo tuvo lugar justo antes de que comenzara la misa en español, una circunstancia que, según el pastor Joel Osteen, líder de la Iglesia Lakewood, podría haber resultado aún más catastrófica si el incidente hubiera ocurrido durante la misa matutina, que suele atraer a una mayor cantidad de fieles.
El saldo del ataque fue devastador. El niño que acompañaba a Moreno resultó gravemente herido y fue trasladado de urgencia a un hospital cercano, donde se encuentra en estado crítico. Por su parte, el tirador fue abatido en el lugar por uno de los ayudantes del sheriff del condado de Harris, Ed González, quien respondió rápidamente a la situación de emergencia.
La Iglesia Lakewood, fundada en 1959 por el telepredicador John Osteen y actualmente dirigida por su hijo, Joel Osteen, es una de las congregaciones evangélicas más grandes y conocidas en los Estados Unidos. Sus servicios religiosos son transmitidos a millones de personas en todo el mundo, lo que ha convertido a la iglesia en un símbolo de fe y esperanza para muchos.
Múltiples testigos del tiroteo han compartido sus experiencias, describiendo escenas de pánico y confusión dentro del recinto mientras intentaban ponerse a salvo. Una mujer, que prefirió permanecer en el anonimato, relató cómo ella y otros feligreses fueron refugiados por un voluntario de la iglesia en una habitación segura mientras se escuchaban los disparos.
Las autoridades continúan investigando el incidente para determinar el motivo detrás del ataque y si Moreno actuó solo o si hubo cómplices involucrados. Mientras tanto, la comunidad de la Iglesia Lakewood se une en oración por el niño herido y por todos aquellos afectados por esta tragedia sin sentido.