El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que dará un «paso seguro para la población civil» antes del asalto a la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, y rechazó los temores de una «catástrofe», en una entrevista de televisión emitida el domingo.
Ante la alarma internacional por una potencial carnicería en la ciudad en la que hay más de un millón de desplazados palestinos, Netanyahu afirmó que la ofensiva es clave para aplastar a Hamás.
«La victoria está al alcance. Vamos a hacerlo. Vamos a acabar con los batallones terroristas de Hamás que quedan y con Rafah, que es el último bastión», afirmó en la entrevista con ABC News.
«Vamos a hacerlo mientras damos paso seguro a la población civil para que pueda irse», agregó.
«Estamos trabajando en un plan detallado para hacerlo», explicó el primer ministro de Israel.
Mencionó áreas del norte de Rafah que han sido despejadas y que podrían usarse como zonas seguras para los civiles.
Hamás advirtió de la posibilidad de que haya «decenas de miles» de víctimas en Rafah.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, afirmó que una ofensiva en ese lugar «provocaría una catástrofe humanitaria indescriptible».
Estados Unidos, principal respaldo de Israel, ha dicho que no respalda una ofensiva terrestre en Rafah y advirtió que, de no estar planeada apropiadamente, una operación como esa corre el riesgo de ser un «desastre».
«Aquellos que dicen que no deberíamos entrar a Rafah bajo ninguna circunstancia están básicamente diciendo: ‘pierdan la guerra, dejen a Hamás allí», reclamó Netanyahu.
– Las cifras de Netanyahu –
El ministerio de Salud en Gaza afirma que la enorme ofensiva israelí en respuesta a los ataques del 7 de octubre ha dejado al menos 28.064 muertos, la mayoría mujeres y niños. Sin embargo, Netanyahu declaró a ABC News que la cifra de civiles, respecto al total de muertes, es muy inferior.
«Puedo decir que según nuestros expertos en guerra urbana y otros analistas, hemos reducido la proporción de terroristas frente a víctimas civiles hasta menos de 1 a 1 (…) y haremos más».
El primer ministro señaló que las fuerzas israelíes han «matado y herido a más de 20.000 terroristas de Hamás, de ellos, 12.000 combatientes». No especificó como diferencia «terroristas» de «combatientes».
La última vez que Israel dio un balance del conflicto fue el 9 de enero, cuando anunció que alrededor de 9.000 combatientes de Hamás habían muerto.
El presidente estadounidense, Joe Biden, hizo el jueves sus críticas más duras hasta ahora a Israel, al calificar de «excesiva» la respuesta israelí por el ataque de Hamás en su territorio.
Sobre ello, Netanyahu dijo que aprecia el «apoyo de Biden a Israel desde el comienzo de la guerra», pero que no «entiende qué quiso decir exactamente con esa declaración».
La incursión violenta de Hamás el 7 de octubre resultó en la muerte de unas 1.160 personas, en su mayoría civiles, según un balance de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
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