La Homilía Dominical dirigida por el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez, trajo el mensaje de igualdad ante los ojos de Dios. «Dios nos quiere a todos, somos hijos del mismo padre. Jesús es la ternura de Dios ante los seres humanos»
Pues si en cierto sentido, porque Dios nos hizo a todos los hombres y mujeres a su “imagen y semejanza”.
Pero cuando Dios se hizo hombre en Cristo, nuestra dignidad de hijos tomó una dimensión mucho más profunda. Somos hijos de una manera más entrañable, más real, puesto que el verdadero Hijo de Dios, Jesús, se hizo nuestro hermano. Junto con él pasamos a ser hijos de Dios con todos sus derechos, sus riquezas y su herencia. Así lo quiso el Padre desde siempre.
Él determinó desde la eternidad que nosotros fuéramos sus hijos adoptivos por medio de Cristo Jesús.