El Super Bowl LVIII entre Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers tuvo a Usher como el protagonista del espectáculo de medio tiempo, momento que le dio música y color a un juego que se fue al descanso con una ventaja de siete puntos para los liderados por el mariscal de campo Brock Purdy. En cuanto se terminó el tiempo en el reloj, las luces del Allegiant Stadium se bajaron para que se pdiera armar toda la impresionante escenografía que impactó a los espectadores.
El show arrancó con el artista nacido en Texas completamente vestido de blanco con detalles plateados y rodeado de bailarines en el centro del campo. El primer tema que eligió para iniciar su actuación fue Yeah! junto a Caught Up, y caminó por el césped hasta terminar encima de una pequeña pasarela. El cantante también seleccionó Superstar además de Love in this Club, antes de darle entrada a una acompañante de lujo para esta prestigiosa actuación: Alicia Keys, con un vestido rojo y tocando el piano.
En conjunto interpretaron If I Ain’t Got You, seguida del éxito My Boo, antes de volver a tomar el protagonismo absoluto en un escenario led circular que fue cambiando de diseños a lo largo de las diferentes canciones. Usher procedió a quitarse la remera durante Confessions Part II con la misión de bailar, para el delirio del público presente en Las Vegas, y reanudar su actuación con U Got It Bad. Una segunda invitada invadió el centro de la escena con HER y un solo de guitarra para asombrar una vez más.