El senador republicano Lindsey Graham acusó este miércoles al director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg de tener «las manos manchadas de sangre» porque según él, las redes sociales son «productos peligrosos que están destruyendo vidas y amenazando la propia democracia».
Esto ha ocurrido después de que Zuckerberg pidiera perdón a un grupo de familiares que aseguran que sus hijos fueron víctimas de abuso sexual por culpa de internet, pero negó que el uso de redes sociales dañe a la salud mental de los menores.
Así lo dijo el director ejecutivo de Meta durante una audiencia en el Senado de Estados Unidos, en la que también testificaron los directores ejecutivos de Snap, X (antes Twitter), Discord y TikTok para analizar las acciones que los gigantes tecnológicos llevan a cabo para detener el abuso sexual infantil en sus plataformas.
Zuckenberg defendió a Meta de las acusaciones sobre abuso, puntualizando que no existe prueba científica que relacione el uso de redes sociales con una peor salud mental.
«Un reciente informe de las Academias Nacionales de Ciencias, que evaluó más de 300 estudios, no apoya la conclusión de que las redes sociales causan cambios en la salud mental de los adolescentes», sentenció el directivo de Meta.
Una afirmación que causó revuelo entre el público, en el que había familiares de víctimas de acoso en redes sociales, a los que Zuckerberg acabó pidiendo perdón públicamente, a petición de los congresistas.
«Siento por todo lo que han pasado», dijo el líder de Meta, quien añadió que nadie tendría que haber sufrido esta «terrible» situación.