En el sur del país las trabajadoras del sexo están en crisis por la falta de clientes.
Heidy Gudiel conversó con una sexo-servidora, quien le comentó que ha bajado la afluencia de clientes.
Ella mencionó que los precios de sus servicios rondan los 300 Lempiras.
Lamentó que los clientes se hayan espantado y eso reduce sus posibilidades de conseguir dinero porque es su única forma de conseguir efectivo.