Perú anunció que evalúa suspender temporalmente las visitas a Machu Picchu, tras cuatro días de protestas de pobladores contra la «privatización» de la venta de entradas a esta ciudadela inca Patrimonio de la Humanidad.
Según la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, los líderes de la movilización plantearon el cierre por seguridad, ante la falta de diálogo para levantar la medida que incluye el cierre de comercios, marchas y bloqueos en la vía férrea.
«Vamos a evaluar los pedidos que hace este colectivo, que entre ellos es cerrar la llaqta (ciudadela). Eso sería doloroso para todos, pero lo vamos a evaluar», dijo Urteaga al canal estatal.
El fin de semana fueron evacuados en tren más de 1.200 turistas nacionales y extranjeros que quedaron atrapados en las protestas, algunos de los cuales no lograron ingresar al complejo prehispánico.
La policía organizó y resguardó su salida, tras los bloqueos viales.
El servicio de tren, principal medio de transporte en el sitio, está suspendido desde el viernes.
La ministra de Cultura añadió que el gobierno solo dialogará si se levanta la «huelga» que deja pérdidas diarias por un millón de soles (unos 263 mil dólares).