Los maquinistas de tren de Alemania iniciaron este miércoles la huelga de ferrocarriles más larga de la historia moderna del país, que paralizará el tráfico durante seis días y costará a la mayor economía de Europa cientos de millones de euros. Es la cuarta huelga que convoca el sindicato GDL en las últimas semanas, dentro de un conflicto con la compañía ferroviaria estatal Deutsche Bahn (DB) por salarios y jornada laboral, y en esta ocasión comenzó este miércoles a las dos de la madrugada para el transporte de pasajeros y había arrancado el martes a las seis de la tarde para el de mercancías. Su finalización está prevista para el lunes 29 de enero a las seis de la tarde.
Deutsche Bahn advirtió que “la huelga de GDL causará trastornos masivos en todo el tráfico de larga distancia y regionales hasta el lunes incluido”, y confirmó que “es la más larga en la historia de DB”. El ministro de Transporte, el liberal Volker Wissing, la calificó de “destructiva”, ya que Alemania, cuyo PIB se contrajo un 0,3% el año pasado, se está quedando atrás en términos de crecimiento en comparación con las otras economías avanzadas. La prolongada acción “es también un golpe contra la economía alemana”, afirmó la portavoz del DB, Anja Bröker, quien advirtió del impacto en las cadenas de suministro.
El sindicato de maquinistas GDL, minoritario dentro de una empresa con unos 211.000 empleados, reclama incrementos salariales para compensar la inflación y pasar a una semana de 35 horas durante cuatro días respecto a las 38 horas semanales actuales. La última oferta de Deutsche Bahn es de 37 horas semanales por el mismo sueldo o un aumento salarial adicional del 2,7% para quienes mantengan el mismo número de horas.
Este verano, Deutsche Bahn puso fin a un conflicto social iniciado por el sindicato mayoritario EVG, que representa a unos 180.000 trabajadores. Alemania, reconocida por la calidad del diálogo social, está viendo un aumento de los conflictos sociales y laborales, algunos por medidas de recorte el Gobierno de coalición de socialdemócratas, verdes y leberales del canciller Olaf Scholtz. Es el caso de las recientes protestas de los agricultores y de los transportistas, que colapsaron Berlín y otras ciudades con caravanas de tractores y camiones en manifestación.
El paro también está teniendo un enorme impacto en los servicios de transporte de mercancías de DB Cargo. “Es de temer que la huelga del GDL provoque un descenso significativo de los volúmenes y que muchos clientes desplacen la mayor cantidad posible de mercancías a los camiones y a la carretera”, advirtió la empresa alemana de ferrocarriles. DB Cargo está haciendo todo lo posible, según un comunicado, para que los trenes de mercancías relevantes para el suministro, por ejemplo para centrales eléctricas y altos hornos, lleguen a destino.
Con seis corredores ferroviarios europeos de mercancías, Alemania es un centro para el tráfico de mercancías, y DB Cargo, la filial de carga de de Deutsche Bahn, opera unos 20.000 trenes por semana que sirven a gran parte del continente. “Incluso después del fin de una huelga, la red europea tardará varios días o incluso semanas en estar operativa”, según evaluación de DB.