Por: Dylan Gonzalez
Un primer tiempo decente y una segunda mitad para el olvido es la forma perfecta para definir el partido de la Selección de Honduras contra Islandia. En la primera parte la bicolor tuvo mucho juego asociativo, se adueñó del balón y eso hizo pensar a los aficionados que podrían lograr la hazaña, pero los islandeses los bajaron de esa nube.
En el inicio del encuentro la media cancha de la H pudo neutralizar los circuitos de los europeos, Jorge Álvarez y Mario Pinto fueron los hombres que ponian en aprietos a la defensa de Islandia a pesar que nunca tuvieron una oportunidad realmente clara ya que la llegada con más peligro fue un disparo del Pinto desde afuera del area.
Aún sin poder conseguir el gol del descuento las sensaciones fueron positivos, pero en el segundo fue un equipo totalmente distinto, a penas a los 3 minutos de la segunda parte un error garrafal de Carlos Pineda provocó un penal a favor del equipo azul, y la efectividad de los europeos no se hizo esperar, Gudjohnsen fusiló desde los once pasos a la Buba López que ingresó en el lugar de Marlon Licona.
Los cambios no fueron lo que se esperaba ya que con el ingreso de Darixon Vuelto y Yeison Mejía se creía que habría mucha más potencia ofensiva pero jamás se encontraron dentro de la cancha, apenas 10 minutos después de el primer gol, Islandia dio el segundo golpe, Gudjohnsen dio una lección de coraje y pudo superar la presión de la zaga hondureña y cruzo al portero de la H, 2-0 y el equipo catracho bajó los brazos.
A pesar de ser un partido amistoso donde no se pudo contar con los legionarios, era una prueba vital para saber que jugadores podrían ser los revulsivos para el próximo encuentro contra Costa Rica por el boleto a la Copa América, Reinaldo Rueda tendrá que trabajar en la estrategia para ese duelo ya que es a partido único.
