Tras tres años de idilio, la historia de amor entre José Mourinho y la Roma llegó a su fin con el anuncio este martes del fulminante despido del técnico portugués, consecuencia de la desastrosa temporada del club romano.
«Conservaremos siempre grandes recuerdos de su gestión, pero consideramos que en nombre del interés del club, es necesario un cambio inmediato», indicaron los dueños norteamericanos del club italiano AS Roma, Dan y Ryan Friedkin, citados en el comunicado.
– Derrota fatal en San Siro –
Mourinho, de 60 años, llegó al banquillo romano en julio de 2021 y su contrato acababa el próximo 30 de junio, habiendo mostrado hace unos días su deseo de continuar en el club de la capital italiana.
Pero la eliminación ante la Lazio de la Copa de Italia hace una semana y, sobre todo, la derrota 3-1 contra el Milan en San Siro el domingo en la Serie A precipitaron el despido de Mourinho.
En su primera temporada en la capital romana, Mourinho ya se convirtió en el favorito de los aficionados, que veían en el veterano técnico a la persona indicada para acabar con una sequía de títulos iniciada en 2008.
Las lágrimas de ‘Mou’ tras conquistar la Conference League en la primera edición de este torneo (2022) lo hicieron aún más popular entre los aficionados romanos, que empezaron a considerarlo como una especie de dios.
Un año después, la Roma repitió final europea, este vez en la Europa League, pero perdió en los penales contra el Sevilla, si bien las duras críticas de Mourinho al árbitro inglés Anthony Taylor por su actuación lo hicieron aún más querido entre los fans romanos.
Mourinho, no obstante, fue incapaz de conducir a la Roma a una clasificación a la prestigiosa Liga de Campeones, acabando en la 6ª posición de la Serie A en sus dos primeros cursos.
– Ídolo de los aficionados –
Todo se torció esta temporada, por los malos resultados del equipo en el campeonato italiano con sólo 8 victorias en 20 partidos disputados, pese a que la Roma logró para esta temporada la contratación del belga Romelu Lukaku, uno de los mejores delanteros europeos, para un tándem a priori demoledor con el argentino Paulo Dybala.
Pero el equipo ni siquiera pudo acabar primero en su grupo de Europa League (superada por el Slavia de Praga) y tendrá que jugar una eliminatoria contra el Feyenoord neerlandés en febrero para seguir en competición europea y salvar así el curso.
Mourinho repite en Roma un esquema que ya se ha visto en el pasado en otros equipo: dos primeros años de relativo éxito y títulos y un tercero con malos resultados que acaba en despido. Así sucedió en el Chelsea (2004-2007), el Real Madrid (2010-2013) y el Manchester United (2016-2018).
Solo logró salir de un club por la puerta grande, el Inter, rumbo al Real Madrid, en el verano boreal de 2010 tras conquistar un histórico triplete (liga, copa y Champions).
Lo que tampoco ha cambiado mucho ha sido su personalidad arrolladora, un ego desmesurado y su capacidad para crear polémica con declaraciones explosivas. En su etapa en Roma, Mourinho y sus ayudantes sufrieron 28 expulsiones.
El nombre de Mourinho fue uno de los que sonó con insistencia en las últimas semanas para hacerse cargo de la selección de Brasil, una posibilidad que parece ahora remota dado que la Confederación Brasileña de Fútbol eligió para el puesto la semana pasada a Dorival Júnior.
La prensa italiana apunta la posibilidad de que el excapitán ‘Giallorosso’ Daniele De Rossi, ganador del Mundial-2006 con Italia, sea el próximo inquilino del banquillo romano.
De Rossi (40 años) otro ídolo de la afición romana, apenas cuenta con experiencia como técnico, solo los últimos cuatro meses de la pasada temporada en la SPAL, sin poder impedir el descenso de este equipo a la tercera categoría del fútbol italiano (Serie C).
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