Federica Quijano fue hospitalizada tras ser agredida por su hijo. La cantante del grupo Kabah dijo que su hijo Sebastián, quien fue diagnosticado con autismo desde los tres años, la golpeó.
En sus Instagram Stories, habló de lo sucedido con el adolescente. «Sebastián se puso muy, muy, agresivo en la mañana y me dio un gran cabezazo en el brazo, entonces estoy aquí en el hospital, a ver qué me pasó», reveló.
Poco después, dijo que había sido lesionada. «Ya salí del hospital, tengo una tendonitis, porque gracias a Dios no está roto, pero me fregó el tendón», informó a sus seguidores.
La también política mexicana dijo que le habían mandado medicamentes y estaba recuperándose en casa. Su médico le dio medicamentos «antiinflamatorios» y «un complejo de vitaminas para complementar su buena nutrición».
«A veces, como mamá azul, es como una montaña rusa», dijo sobre su hijo, a quien adoptó cuando Sebastián era un bebé. «Hay días que Sebastián está increíble y que (lo veo) a los ojos y (me) corresponde, y (me) ve, abraza y ama. Son estos momentos que valoras muchísimo. Y hay otros días, como estos, que crees que no has avanzado nada y que todos los logros que creíste que habías conseguido, van para atrás. Es una lucha constante de sentimientos y de retos», confesó.
Quijano dijo que el dolor emocional era el peor. «La parte física duele, evidentemente me duele muchísimo el brazo», dijo. «Pero me duele más el alma, el corazón, de repente ver tan lejos a mi hijo, sentirme como tan ajena a lo que está sintiendo, y eso duele más».
La hermana de Apio Quijano admite que sintió rabia. «Estoy tan enojada con él, furiosa, y se vale. También entiendo que tiene una discapacidad, pero aún (así), no deja de dolerme o no dejo de responder de una manera humana, con coraje».
La cantante de 52 años dice que su hijo luego se arrepiente de sus acciones. «Él ni siquiera se está dando cuenta de que me está lastimando así, y al rato se da cuenta y se siente mal, porque sé que él no entiende, sabe que le pegó a mami. Sé que se siente mal», dijo. «Seguirán viniendo días así, complicados. Lo único que me da más miedo es que él sigue creciendo, haciéndose más fuerte, y yo más viejita», confesó. «Me asusta el día que ya no pueda con él. No pensaré en eso ahora, porque falta mucho, vivamos el presente, que es hoy».