Activistas de derechos humanos exigieron este martes al gobierno venezolano que continúe con la liberación de 286 presos políticos, tras recientes excarcelaciones producto de un proceso de diálogo en el que participa Estados Unidos.
Diez estadounidenses y otros 24 venezolanos, detenidos por motivos políticos, salieron de prisión a mediados de diciembre como parte de un acuerdo que incluyó la liberación en Florida de Alex Saab, señalado de ser testaferro del presidente Nicolás Maduro y acusado de lavado de dinero en Estados Unidos.
«Aplaudimos esta libertad, estas libertades», dijo Theresly Malavé, de la ONG Justicia y Proceso Venezuela, acompañada de familiares de otros presos. «Pedimos al gobierno que se continúe con las liberaciones» de «286 presos políticos».
«Son ellos los únicos que tienen la llave de las cárceles donde se encuentran los presos políticos», expresó por su parte la también activista Yajaira Castro.
El intercambio de prisioneros que llevó a la libertad de Saab fue el resultado de negociaciones directas del gobierno de Maduro con la Casa Blanca en Catar. El jefe del Parlamento y hombre clave del diálogo, Jorge Rodríguez, aseguró que las conversaciones siguen.
Venezuela exige el levantamiento de todas las sanciones internacionales en su contra, ya flexibilizadas por Estados Unidos, que puso fin temporalmente a un embargo petrolero a cambio de condiciones para «elecciones libres» este año.
Malavé señaló que de los 286, 35 detenidos están enfermos de gravedad. «Enfermedades que finalmente sin ser atendidas pueden ocasionar la muerte».
«Pedimos medidas humanitarias para los enfermos, civiles y militares», insistió Castro, que pidió indultos o una amnistía general. «No queremos que estos presos políticos vayan a formar parte de esta lista de 11 que han muerto en custodia del gobierno».
Citaron el caso de Orlando Laufer, acusado de participar en una fallida invasión para derrocar al gobierno en 2020, y que padece un tumor cerebral, o de Enrique Parada, preso hace casi dos años por su presunta participación en un secuestro fallido del poderoso dirigente chavista Diosdado Cabello, con un tumor en el páncreas.
«No queremos que pase lo mismo que pasó con Gabriel Medina», vinculado al mismo caso, que «murió esperando justicia», expresó su esposa Eglis de Parada, de 42 años.
Daniel Zambrano (68) pidió la liberación de sus hijos, uno de ellos autista, acusados de conspiración. «Les pido, les ruego… no solamente mis hijos, sino todos», expresó casi llorando.
