Muchos trabajadores de las camaroneras en la zona sur se quedaron sin empleo porque la venta de camarón se vino en picada ya que Taiwán era el principal comprador.
Muchas fincas están cerradas, las lagunas secas y decenas de hondureños desempleados, esperando que China les compre la cosecha como lo hacía Taiwán.
Los empresarios camaroneros aseguran que al menos 10 mil empleos se han perdido y que China solo ofrece el 50% de lo que pagaba Taiwán por lo que ya no les es rentable.
Los pobladores de este sector lamentan el cierre de estas empresas porque se cayó la economía de esta zona del país.