El hambre se encuentra por todas partes en el zoológico de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, donde palestinos desplazados buscan refugio de la guerra y los animales mueren de inanición.
«La situación es muy trágica, no hay comida, agua, medicamentos, nada», declaró el dueño del zoológico, Ahmed Jumaa, con una lora en el hombro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió del riego de hambruna y enfermedad, con el escaso ingreso de ayuda al territorio palestino a casi tres meses del inicio de los combates entre Israel y el movimiento Hamás.
Ante el implacable bombardeo israelí que empuja a los gazatíes a Rafah, en el sur, Jumaa abrió sus puertas para aquellos en necesidad.
«El zoológico permaneció cerrado por la guerra, pero lo abrimos para recibir familias y amigos desplazados», comentó Jumaa.
Los recién llegados instalaron carpas improvisadas entre las jaulas y colgaron sus ropas coloridas en cuerdas, a la vista de los leones impacientes y monos raquíticos.
Mientras los adultos cocinan lo que pueden encontrar, los niños miran a los animales entre las rejas.
«No hay comida disponible y algunos animales murieron», señaló Jumaa.
«Una leona dio a luz, pero no pudimos alimentarla, así que los cachorros murieron», relató. «Lo mismo pasó con los monos y aves».
Ante la escasez, el zoológico ha tenido que ponerse creativo para mantener vivos a los animales.
«Lo último ha sido darles pan seco y mojarlo con agua para subsistir», dijo Jumaa.
«Tratamos de traerles algo de aquí y allá», comentó.
– «Fuera de control» –
El conflicto en Gaza estalló el 7 de octubre, tras el ataque de comandos islamistas en el sur de Israel, que dejó cerca de 1.140 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
Israel prometió «aniquilar» a Hamás y lanzó una ola de bombardeos y una ofensiva terrestre que han dejado al menos 22.313 muertos, en su mayoría mujeres y menores de edad, según el Ministerio de Salud del territorio palestino.
La ONU dice que 85% de la población de la Franja de Gaza ha sido desplazada.
«Al inicio de la guerra lo podíamos manejar, pero ahora salió de control», reconoció Jumaa.
La guerra generó una escasez de carne y un fuerte aumento en los precios de alimentos, de 70 shéquel (19 dólares) a 400.
Jumaa dice que el zoológico espera recibir asistencia de organizaciones de bienestar animal.
Para algunos animales, esa podría ser la última esperanza.
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