Diecinueve combatientes proiraníes murieron el sábado y una veintena resultaron heridos en ataques dirigidos contra varios lugares del este de Siria, afirmó una ONG que sospechó inicialmente de Estados Unidos.
«Diecinueve combatientes afiliados a Irán, entre ellos cuatro sirios y seis iraquíes, murieron» en al menos nueve ataques aéreos contra posiciones militares en Bukamal y sus alrededores, en la provincia fronteriza de Deir Ezzor, anunció el Observatorio Sirio para la Defensa de los Derechos Humanos (OSDH).
Los bombardeos fueron «probablemente israelíes», declaró a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahmane, que en un primer momento dijo que podrían ser de Estados Unidos.
Irán apoya a los grupos armados que Estados Unidos acusa de estar detrás de un aumento de los ataques contra sus fuerzas en Oriente Medio, en medio de la guerra en Gaza entre Israel y Hamás, movimiento islamista palestino apoyado por el «eje de la resistencia» del que forma parte Teherán.
Un responsable militar estadounidense, que pidió el anonimato, declaró a la AFP que «Estados Unidos no llevó a cabo ningún ataque defensivo durante la noche» en el este de Siria.
También fueron atacados un cargamento de armas procedentes de Irak y un depósito de municiones y se produjeron grandes explosiones, añadió el OSDH, con sede en el Reino Unido pero con una amplia red de fuentes en el país en guerra.
– Combatientes de Hezbolá muertos –
El OSDH también indicó que «bombardeos terrestres israelíes» mataron durante la noche a dos combatientes de un grupo afiliado al Hezbolá libanés, apoyado por Irán, en la provincia de Quneitra, en el sur de Siria.
Por su parte, Hezbolá anunció el sábado que cuatro de sus combatientes fueron asesinados «en el camino hacia Jerusalén», término utilizado por el grupo para designar a sus miembros caídos desde el 7 de octubre.
El partido no proporcionó más detalles.
Estos ataques se llevan a cabo en un contexto de crecientes acciones realizadas por parte de grupos proiraníes contra el ejército estadounidense en Siria e Irak desde el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre.
Alrededor de 2.500 soldados estadounidenses se encuentran en Irak y 900 en Siria en el programa de lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.
A mediados de noviembre, ocho combatientes afiliados a Irán murieron en ataques estadounidenses dirigidos a dos lugares de la misma provincia, según el OSDH.
El lunes, el general de brigada Razi Mousavi murió al recibir un disparo de misil al sur de Damasco.
Era un alto comandante de la Fuerza Qods, la rama de operaciones en el extranjero y unidad de élite de la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico de la República Islámica de Irán.
Irán acusó del hecho a Israel, que no lo negó. (AFP)