Alejandra Rubio, reconocida por su carisma y contagioso sentido del humor, compartió una experiencia agridulce luego de su última aparición en un programa. A pesar de su despliegue de entusiasmo y locura, ocultaba un dolor detrás de su característica sonrisa.
Después de lucir un recogido durante el programa QVLV, la presentadora reveló en sus redes sociales que le habían quemado el cabello en el lugar donde buscaba algunos arreglos. Optando por preservar el anonimato de la estilista y del establecimiento, expresó su descontento y deseó que esto quede en la consciencia de la responsable y que si no sabe hacer algo no lo hagan.
Este incidente destaca la vulnerabilidad tras la apariencia pública y recordando que el cabello, para muchas mujeres, es más que un adorno; es el velo de la mujer y un símbolo crucial de su belleza.