La posibilidad de que un asteroide impacte sobre la Tierra y cause un escenario de devastación total sigue siendo una de las principales preocupaciones de astrónomos de todo el mundo.
Uno de los métodos que se barajan para evitar ese choque es enviar una bomba atómica al meteorito que nos amenace para desviar su trayectoria. Ahora, un grupo de investigadores de California ha desarrollado con inteligencia artificial una simulación del impacto.
El modelo muestra la bomba aterrizando en el asteroide, estallando y enviando su poderosa energía a través del objeto cósmico. Los investigadores resumieron dos escenarios: en uno, el dispositivo desviaría el asteroide lejos de la Tierra y en el otro, podría perturbarlo, rompiéndolo en pequeños fragmentos de rápido movimiento que tampoco alcanzarían el planeta.
Los científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LNL) crearon la simulación para ver si una bomba nuclear nos salvaría de un asteroide catastrófico si la NASA fallara.
Los investigadores esperan que el modelo ayude a aumentar nuestras posibilidades de supervivencia con la estrategia de la agencia espacial estadounidense.
Mary Burkey, que dirigió la investigación, dijo: «Si tenemos suficiente tiempo de advertencia, podríamos lanzar un dispositivo nuclear y enviarlo a millones de kilómetros de distancia a un asteroide que se dirige hacia la Tierra».
Burkey dijo que los dispositivos nucleares tienen la relación de densidad de energía por unidad de masa más alta de cualquier tecnología humana, lo que podría convertirlos en una herramienta invaluable para mitigar las amenazas de asteroides.
Pero, como escribieron los investigadores en su artículo, «predecir la eficacia de una posible misión de desviación o disrupción nuclear depende de simulaciones multifísicas precisas de la deposición de energía de rayos X del dispositivo en el asteroide y la ablación del material resultante».
Burkey dijo que las predicciones precisas sobre la efectividad de las misiones de deflexión nuclear se basan en simulaciones multifísicas sofisticadas, y explicó que los modelos de simulación LLNL cubren una amplia gama de factores físicos, lo que los hace complejos y exigentes desde el punto de vista computacional.
La simulación rastreó fotones que penetraban superficies de materiales similares a asteroides, como roca, hierro y hielo, y al mismo tiempo tuvo en cuenta procesos más complejos, como la rerradiación.
El modelo también consideró las condiciones iniciales, incluidas diferentes porosidades, espectros de fuentes, fluencias de radiación, duraciones de las fuentes y ángulos de incidencia.
«Este enfoque integral hace que el modelo sea aplicable a muchos escenarios potenciales de asteroides», compartió el equipo.
Megan Bruck Syal, líder del proyecto de defensa planetaria de LLNL, explicó que en caso de que la Tierra se vea amenazada por un asteroide asesino, un modelo de simulación como este será crucial.
Continuó diciendo que permitirá a las potencias actuar con rapidez, conocer los riesgos y, en última instancia, salvar vidas.
«Si bien la probabilidad de que un asteroide de gran tamaño impacte durante nuestra vida es baja, las consecuencias potenciales podrían ser devastadoras», afirmó Bruck Syal.