Los soldados israelíes que asaltaron un hospital en el norte de Gaza profanaron los cadáveres de pacientes con topadoras, dejaron que un perro militar maltratara a un hombre en silla de ruedas y dispararon a varios médicos incluso después de descartar que tuvieran vínculos con el terrorismo, según denuncias del personal y de pacientes.
Las denuncias se refieren a una operación de ocho días de duración llevada a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el hospital Kamal Adwan la semana pasada, que según los militares estaba siendo utilizado como centro de mando y control por Hamas.
La evidencia pinta un cuadro inquietante de cómo las FDI llevaron a cabo la operación, mientras los médicos eran interrogados por sus conexiones con Hamas y el personal luchaba por tratar a los pacientes atrapados en el interior.
Las FDI afirman que Hamas oculta infraestructura terrorista en las instituciones civiles de Gaza como los hospitales, y en torno a ellas, y que es esencial atacarlas para eliminar a Hamas de Gaza. Pero sus operaciones son polémicas, y las organizaciones humanitarias afirman que las instalaciones médicas de Gaza son incapaces de prestar servicios básicos.
Una de las acusaciones más graves relacionadas con las operaciones de las FDI en Kamal Adwan es que, cuando las tropas abandonaban el complejo hospitalario, utilizaron excavadoras para desenterrar cadáveres que habían sido enterrados recientemente en cementerios improvisados en el patio del hospital.
«Los soldados desenterraron las tumbas esta mañana y arrastraron los cadáveres con topadoras, y luego los aplastaron con las topadoras», dijo el jefe de servicios pediátricos del hospital, Hossam Abu Safiya, en una entrevista telefónica el sábado. «Nunca había visto algo así».
Los videos e imágenes muestran restos humanos en descomposición esparcidos por los terrenos del hospital.
La denuncia fue apoyada por el jefe de enfermería del hospital, Eid Sabbah, y otra enfermera, Asmaa Tanteesh.
«Los cuerpos que estaban fuera, en el patio, fueron arados delante de nuestros ojos», dijo Tanteesh a CNN. «Todo el tiempo les gritábamos y chillábamos, pero nuestros gritos caían en oídos sordos».
Imágenes satelitales tomadas el 15 de diciembre -justo antes de que las FDI se retiraran de la zona del hospital- muestran terrenos arrasados fuera del complejo hospitalario.
Las FDI no se refirieron directamente a las acusaciones cuando CNN les pidió que hicieran comentarios, pero reconocieron que habían llevado a cabo una operación en el hospital. «Las tropas detuvieron a 80 terroristas, algunos de los cuales participaron en la atroz masacre del 7 de octubre», declararon a CNN.
A principios de esta semana, las FDI difundieron un video del interrogatorio al director del hospital y publicaron una declaración que lo acompañaba en la que admitía que estaba siendo utilizado con fines militares. No estaba claro si la declaración se había obtenido bajo coacción.
Abu Safiya, director de pediatría, y Sabbah, jefe de enfermería, replicaron que el hospital solo prestaba servicios médicos y que los detenidos eran civiles y trabajadores médicos.
Lo que sabemos de la operación en Kamal Adwan
La operación del ejército israelí en el hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza, parece haber comenzado hace más de una semana, con ataques y bombardeos en la zona del hospital, cuya página de Facebook dice que depende del Ministerio del Interior, que en Gaza está dirigido por Hamas.
Desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamas, el hospital también ha albergado y tratado a civiles de Gaza heridos y desplazados, según sus cuentas en las redes sociales y testigos presenciales. La operación se intensificó el lunes 11 de diciembre, el mismo día en que el director del hospital, Dr. Ahmed Al Kahlot, dijo a CNN que el centro había sido cercado por las fuerzas israelíes.
Al día siguiente, las fuerzas israelíes derribaron el muro occidental del complejo hospitalario, según Abu Safiya, quien afirmó que los soldados se dirigieron al hospital con altavoces, ordenando a los hombres que se refugiaban en su interior que salieran.
Lo que ocurrió después fue «más allá de una pesadilla» para quienes permanecieron en el hospital, dijo.
Según Abu Safiya, a él y a otros cuatro médicos se les permitió permanecer en el hospital y atender a 62 personas, entre ellas varios bebés. Mientras describía la semana, se apresuró a hablar, temiendo que la señal del teléfono móvil se cortara, como ocurre a menudo en Gaza estos días. Rodeado por las tropas israelíes, y con partes del complejo gravemente dañadas por los bombardeos, no había atención que pudiera ofrecer, dijo. El hospital carecía de alimentos, agua, electricidad y leche para los niños, y apenas le quedaban medicamentos que administrar.
Tanteesh, la enfermera, recuerda haber pedido agua en vano. Las tropas israelíes estaban «a medio metro de nosotros y nos rodeaban en el patio. No teníamos agua, nuestras gargantas estaban secas y estábamos sedientos y rogándoles solo por un vaso de agua desde la mañana hasta la noche», dijo.
Algunos niños murieron durante la operación israelí en el hospital, dijo, y añadió que las enfermeras intentaron diluir la leche con una solución salina para tratar de alimentar a más de los pacientes más jóvenes del hospital.
El Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamas, pidió a las organizaciones de derechos humanos que abrieran urgentemente una investigación sobre lo que calificó de «masacre del hospital Kamal Adwan, donde los niños fueron asediados sin agua, alimentos, electricidad ni agua durante largos periodos».
El jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció el domingo que la «destrucción efectiva» de Kamal Adwan por parte de las fuerzas israelíes en los últimos días había causado la muerte de al menos ocho pacientes, entre ellos un niño de nueve años.
Por qué Israel lleva a cabo operaciones en hospitales
Israel ha centrado una enorme atención en los hospitales de Gaza desde que comenzó su ofensiva terrestre a finales de octubre. Como justificación, ha tratado de presentar lo que dice que son pruebas del uso por parte de Hamas de instalaciones médicas como centros militares y ha invitado a los medios de comunicación a filmar túneles con salas subterráneas situados bajo el mayor hospital de Gaza, Shifa. También ha mostrado a los periodistas armas que dice haber encontrado en otros hospitales.
Las pruebas de actividad de los combatientes halladas en Kamal Adwan, según las FDI, incluían «numerosas armas, entre ellas AK-47, RPG, artefactos explosivos, equipo militar de Nukhba (comando de Hamas), equipo tecnológico y documentos de inteligencia de Hamas».
El martes, las FDI y el servicio de seguridad israelí hicieron público un video editado del interrogatorio al director de Kamal Adwan, Al Kahlot, bajo custodia israelí. En una declaración que acompañaba al video se afirmaba que Al Kahlot había admitido que Hamas utilizaba hospitales con fines militares y que formaba parte de la organización. Sin embargo, no está claro cómo obtuvieron los funcionarios israelíes la declaración de Al Kahlot y si fue veraz o se hizo bajo coacción.
En general, el Comité Internacional de la Cruz Roja considera que la difusión de imágenes de interrogatorios de prisioneros de guerra constituye una violación del estatuto de la Convención de Ginebra que protege a los prisioneros de guerra de la «curiosidad pública».
La semana pasada, las FDI también publicaron fotos y videos en los que se veía a unos jóvenes con las armas en alto, que según dijeron eran combatientes que entregaban las armas tras su rendición en el hospital de Kamal Adwan. Sin embargo, el personal entrevistado por CNN afirmó que los hombres eran en realidad civiles que se refugiaban en el hospital tras haber sido desplazados de otras partes de Gaza.
«Les dijimos que no había combatientes de la resistencia en el hospital y nadie nos hizo caso», declaró Tanteesh.
Según Abu Safiya y Sabbah, las armas con las que los fotografiaron pertenecían a los guardias de seguridad del hospital. «Vi con mis propios ojos que el ejército pidió a los jóvenes civiles desplazados y al equipo médico que llevaran las armas de los guardias de seguridad que habían quedado en la sala de guardia del hospital, y les hicieron fotos delante de mí», dijo Abu Safiya.
«Me dispararon y se rieron»
Abu Safiya también describió múltiples incidentes en los que, según afirma, las tropas israelíes atormentaron deliberadamente a personas que sabían que no eran sospechosas.
Abu Safiya relató a CNN que los soldados liberaron a un médico, el Dr. Ayman Rajab, tras interrogarlo, y luego le dispararon en el pecho cuando intentaba regresar al hospital. Sobrevivió al tiroteo y regresó con su familia que había sido desplazada. Otro médico recibió un disparo en la pierna, y el propio hijo de Abu Safiya recibió un disparo en el abdomen, dijo. El Ministerio de Sanidad de Gaza se ha hecho eco de la denuncia, afirmando que al menos cinco detenidos fueron tiroteados por tropas de las FDI después de que se les dijera que regresaran al hospital.
Atrapado en el interior de Kamal Adwan, Abu Safiya afirma que vio cómo sus dos compañeros heridos y su hijo se arrastraban por la carretera hasta que una ambulancia llegó hasta ellos y los trasladó a otro hospital.
En otro caso, Abu Safiya afirma que él mismo se convirtió en objetivo después de que los soldados le llamaran en la madrugada del viernes para que comprobara si había algún movimiento fuera del hospital para ellos.
Siguiendo sus órdenes, encontró a un anciano herido tendido en el suelo frente al edificio. Pero cuando Abu Safiya intentó acercarse al hombre, dice, los soldados que lo observaban empezaron a disparar. «Me dispararon, se rieron y se mofaron», dijo.
«Escapé de sus disparos, pero volvieron a llamarme y me pidieron que lo llevara dentro de nuevo», contó. Finalmente lo llevó dentro, pero ya era demasiado tarde. El hombre no pudo ser atendido en el hospital debido a la falta de recursos médicos, y más tarde murió a causa de sus heridas, dijo Abu Safiya.
En otro incidente, según Abu Safiya, perros militares israelíes con cámaras fueron enviados al hospital para realizar labores de reconocimiento. Uno de los perros «atacó y mutiló» a un anciano en silla de ruedas antes que lo llamaran para que saliera, dijo.
«El hombre gritó de dolor. Los niños y las mujeres lloraban del horror de la escena. No pude ayudar a nadie. La escena superaba las pesadillas», afirmó. «Uno de sus soldados vino a llevarse al perro y se reía del anciano y de lo que el perro le había hecho».
Un niño del hospital, que recibía tratamiento por una pierna rota, también recordó que unos perros entraron en el hospital y atacaron a un anciano. «Los israelíes dejaron que los perros vinieran y nos atacaran. Nos torturaron. Disparaban contra nosotros. Las noches eran horribles, nunca hemos dormido desde que llegamos aquí», dijo a CNN. «Dejaron que los perros atacaran a un anciano, no dejaba de morderle».
Las FDI no se refirieron a esas afirmaciones en su comunicado, pero dijeron que su operación en torno al hospital iba dirigida contra Hamas.
Otro hospital sitiado
Aunque los hospitales como categoría están protegidos por el derecho internacional, pueden considerarse objetivos militares legítimos si se descubre que albergan combatientes sanos y armas.
Pero incluso cuando ese es el caso, los soldados tienen limitaciones éticas y legales en su trato con los civiles. La presencia de armamento o de combatientes heridos en un hospital no lo convierte necesariamente en un objetivo militar legal.
El artículo 19 de la Convención de Ginebra establece que «el hecho de que en dichos hospitales se atienda a miembros de las fuerzas armadas enfermos o heridos, o la presencia de armas ligeras y municiones tomadas de dichos combatientes que aún no hayan sido entregadas al servicio competente, no se considerarán actos perjudiciales para el enemigo».
En su declaración, las FDI dijeron que habían interrogado a trabajadores del hospital. «Los trabajadores confesaron que había armas escondidas en las incubadoras de la UCIN, incubadoras que supuestamente se utilizaban para tratar a bebés prematuros. Tras el interrogatorio, las tropas de las FDI localizaron armas, documentos clasificados y equipos de comunicaciones tácticas».
La repetida acción militar de Israel en los hospitales de Gaza y sus alrededores se enfrenta a críticas cada vez más feroces, en las que trabajadores médicos y ONG advierten que las redadas ponen en peligro a los pacientes y dejan a los hospitales sin poder funcionar.
«El sistema sanitario de Gaza ya estaba de rodillas, y la pérdida de otro hospital, aunque funcione mínimamente, es un duro golpe. Los ataques contra hospitales, personal sanitario y pacientes deben terminar», declaró el domingo Ghebreyesus, jefe de la OMS, refiriéndose a Kamal Adwan.
A pesar de las crecientes críticas internacionales de algunos de los aliados más firmes de Israel por el creciente número de víctimas civiles en los hospitales y en otros lugares de Gaza, Israel no ha cambiado de rumbo en su persecución militar de Hamas. El martes, la organización benéfica Médicos Sin Fronteras declaró que otro hospital del norte de Gaza, Al-Awda, estaba sitiado por las tropas israelíes con pacientes aún en su interior.