La Policía de Greater Manchester (GMP) ha puesto en marcha una investigación criminal por el caso de Alex Batty, el menor británico desaparecido en España en 2017 y que fue localizado la semana pasada en Francia tras escapar supuestamente de una comunidad espiritual.
Agentes de la GMP se han entrevistado con Batty tras su regreso de Francia, un requisito indispensable para que las autoridades de seguridad pudieran confirmar la naturaleza de la investigación, según informaciones recogidas por la cadena británica BBC.
Batty fue secuestrado por su madre y su abuelo durante unas vacaciones en Marbella y desde entonces vivía en una «comunidad espiritual» itinerante en las montañas entre Ariège y Aude, en el lado francés de los Pirineos.
Cuando su madre le informó de que se marcharían a Finlandia, el adolescente ahora de 17 años abandonó la comunidad con la intención de reunirse con su familia en Inglaterra. El joven caminó durante cuatro días hasta que un repartidor lo encontró en una carretera.
Batty, que regresó a Reino Unido el pasado sábado, se desplazó a Oldham, cerca de Manchester, donde vive su abuela y tutora legal, Susan Caruana. Las autoridades francesas investigan también posibles comportamientos sectarios en la comunidad referida.
Según medios locales, las autoridades policiales de Reino Unido, trabajan para que Alex y su familia, estén seguros y que se vele por su bienestar y que su reintegración a la sociedad sea lo más fácil posible.