(AFP) Un joven, de 24 años, mató con un arma de fuego a 14 personas en una universidad de Praga antes de que lo abatiera la policía, informaron las autoridades checas, que descartaron un atentado «terrorista internacional».
El tiroteo tuvo lugar en la facultad de Artes de la Universidad Carolina, situada en el centro histórico de la ciudad, cerca de lugares emblemáticos como el Puente de Carlos.
«No hay ningún indicio de que este crimen tenga relación alguna con el terrorismo internacional», declaró a la prensa el ministro checo del Interior, Vit Rakusan.
Según el último balance comunicado por la policía, al menos 14 personas perdieron la vida y 25 resultaron heridas. Unas horas antes, la misma fuente anunció 15 muertos, pero luego rebajó esa cifra.
Durante el tiroteo, la policía acordonó la zona y pidió a las personas que residen cerca que permanecieran en sus casas, además de instar a los profesores y alumnos de la facultad a permanecer encerrados mientras intervenía.
La policía checa anunció que el atacante había sido «eliminado».
Además, el ministro del Interior indicó que no se había «confirmado» la presencia de «ningún otro atacante» e instó a la población a obedecer las órdenes de la policía.
El jefe de la policía checa, Martin Vondrasek, explicó que, antes del tiroteo, ya buscaban a su autor tras haber encontrado muerto a su padre en el pueblo de Hostoun, al oeste de Praga.
El responsable del ataque «se fue a Praga diciendo que quería suicidarse», añadió Vondrasek.
Las fuerzas de seguridad, quienes insinuaron que el autor del ataque también había matado a su padre, fueron a buscarlo en un edificio de la facultad de Artes, pero no lo encontraron a tiempo y no pudieron evitar el tiroteo.
El canal de televisión privado Nova TV informó de una explosión y de un agresor en el techo del edificio.
Según informaciones de la policía, el ataque duró poco más de 20 minutos, alrededor de las 14H00 GMT.
El jefe de la policía, que citó informaciones de las redes sociales, afirmó que el homicida se había inspirado de «un caso similar ocurrido este otoño en Rusia».
«De momento, nada hace pensar en que haya otro peligro inminente», añadió Vondrasek, quien precisó que ningún agente había resultado herido.