Estados Unidos añadió el jueves a una fiscal y a un juez guatemaltecos hostiles al presidente electo Bernardo Arévalo a una lista negra de «corruptos», lo que los hace inelegibles para visas estadounidenses.
Arévalo ganó en agosto de manera sorpresiva las elecciones en su país al frente de una plataforma anticorrupción, y desde entonces ha estado en un tira y afloja con jueces y fiscales que intentan bloquear su toma de posesión el 14 de enero.
En un informe al Congreso, el Departamento de Estado dijo que el juez Fredy Orellana y la fiscal Cinthia Monterroso «socavaron los procesos democráticos» al presentar cargos por motivos políticos contra periodistas.
Los dos ya no serán elegibles para visas estadounidenses.
Arévalo ha entablado demandas contra ambos, así como contra la fiscal general Consuelo Porras y el fiscal anticorrupción Rafael Curruchiche, quienes anteriormente fueron afectados por prohibiciones de visas estadounidenses.
En una entrevista esta semana con la AFP, el presidente electo expresó su confianza en que podrá asumir el cargo y superar un intento de «golpe de Estado en cámara lenta».
Las medidas divulgadas este jueves forman parte de un informe anual requerido por el Congreso de Estados Unidos sobre la corrupción en Centroamérica.
La última lista incluye además, entre otros, al expresidente de El Salvador Mauricio Funes, acusado por el Departamento de Estado de haber planificado el «robo de cientos de millones de dólares de las arcas estatales».
Funes, quien gobernó entre 2009 y 2014, se exilió en Nicaragua en 2016. A principios de este año fue sentenciado en rebeldía en El Salvador a 14 años de prisión por presuntas negociaciones secretas con bandas criminales que asolaban el país.