Un terremoto ocurrido de noche mató al menos a 126 personas en una región fría y montañosa del noroeste de China, informaron el martes medios de comunicación estatales. Era el sismo más letal en el país en casi una década.
El sismo de magnitud 6,2 ocurrió justo antes de la medianoche del lunes e hirió a más de 700 personas, además de dañar viviendas y caminos y derribar cables de luz y comunicaciones en las provincias de Gansú y Qinghai, según autoridades y medios chinos.
Responsables de emergencias en la provincia de Gansu pidieron 300 trabajadores adicionales para buscar en edificios destruidos y otras labores de búsqueda y rescate. Las autoridades en la vecina Qinghai informaron de 20 desaparecidos en un alud de tierra, según medios estatales chinos.
El sismo, se produjo en el condado de Jishishan, en Gansu, a unos 5 kilómetros del límite provincial con Qinghai, derrumbó casas y causó otros daños significativos, haciendo que la gente saliera corriendo a la calle en busca de seguridad, según medios locales.
El Servicio Geológico de Estados Unidos estimó la magnitud del seísmo en 5,9.
La cadena estatal CCTV informó de daños en las líneas de agua y electricidad, así como en las infraestructuras de transporte y comunicaciones.
El sismo se sintió en Lanzhou, capital de la provincia de Gansu, a unos 1.450 kilómetros al suroeste de la capital, Beijing.
Los estudiantes universitarios de Lanzhou se apresuraron a salir de sus dormitorios, según una publicación en las redes sociales en la que aparecían imágenes de jóvenes de pie en el exterior.
Tiendas de campaña, camas plegables y edredones estaban siendo enviados a la zona del desastre, dijo CCTV.
El dictador chino, Xi Jinping, pidió que se realizaran todos los esfuerzos posibles de búsqueda y rescate para minimizar el número de víctimas. Según la Administración Meteorológica China, la temperatura mínima nocturna en la zona fue de -15 a 9 grados Celsius (5 a 16 grados Fahrenheit).
Los terremotos son algo habitual en la zona montañosa del oeste de China que se eleva hasta formar el borde oriental de la meseta tibetana.
El año pasado, en septiembre, al menos 74 personas murieron en un terremoto de magnitud 6,8 que sacudió la provincia suroccidental china de Sichuan, provocando corrimientos de tierra y sacudiendo edificios en la capital provincial de Chengdu, donde 21 millones de residentes se encontraban bajo el bloqueo COVID-19.
El terremoto más mortífero de las últimas décadas en China fue de magnitud 7,9 en 2008, que mató a casi 90.000 personas en Sichuan. El temblor devastó ciudades, escuelas y comunidades rurales a las afueras de Chengdu, lo que llevó a un esfuerzo de reconstrucción de varios años con materiales más resistentes.