La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido sobre un «alarmante aumento» de casos de sarampión en Europa. Según el organismo, se han producido más de 30.000 notificaciones entre enero y octubre de 2023, lo que supone un incremento de más de 30 veces en comparación con 2022, cuando se registraron tan solo 941.
Estos casos se han dado, además, en 40 de los 53 Estados miembros. Su aumento se ha acelerado en los últimos meses y la OMS espera que la tendencia continúe al alza si no se toman medidas urgentes en todos los países para evitar una mayor propagación.
«En la región no solo se han multiplicado por 30 los casos de sarampión, sino que también se han producido casi 21.000 hospitalizaciones y 5 muertes relacionadas con el sarampión. Esto es preocupante», ha explicado el director Regional de la OMS para Europa, Hans Henri P. Kluge.
«La vacunación es la única forma de proteger a los niños de esta enfermedad potencialmente peligrosa. Se necesitan esfuerzos urgentes de vacunación para detener la transmisión y evitar una mayor propagación. Es vital que todos los países estén preparados para detectar rápidamente y responder a tiempo a los brotes de sarampión, que podrían poner en peligro los avances hacia su eliminación», ha añadido.
La mayoría se dan en niños
Según los datos de la OMS, en 2023 el sarampión ha afectado a todos los grupos de edad, pero existen diferencias significativas en la distribución por edades. En general, dos de cada cinco casos se han dado en niños de uno a cuatro años, y uno de cada cinco han sido en adultos de 20 años o más.
Este resurgimiento del sarampión se atribuye en gran medida a un retroceso en la cobertura de vacunación en los países de la región entre 2020 y 2022. La pandemia de covid-19 afectó significativamente el desempeño del sistema de inmunización en este período, lo que resultó en una acumulación de niños no vacunados y subvacunados.
Según informa el organismo, la cobertura nacional notificada con la primera dosis de vacuna de sarampión disminuyó en Europa del 96% en 2019 al 93% en 2022. Lo mismo ocurrió con la cobertura de la segunda dosis, que cayó del 92% al 91% en esas mismas fechas. En total, son más de 1,8 millones de lactantes los que no han recibido esta vacuna entre 2020 y 2022.
La reanudación de los viajes nacionales e internacionales, así como la eliminación de las medidas sociales y de salud pública relacionadas con la pandemia de covid-19, han aumentado también el riesgo de transmisión transfronteriza de la enfermedad y la propagación dentro de las comunidades, especialmente entre las no vacunadas o insuficientemente vacunadas.
Asimismo, se han notificado casos en muchos países en los que el sarampión se ha declarado eliminado como enfermedad endémica. Sin embargo, como declara la OMS, los países que han logrado la eliminación del sarampión siguen corriendo el riesgo de que se produzcan brotes importantes tras la importación del virus de otros países si no se mantienen las tasas de vacunación infantil.
Inmunizar a la población
Para la OMS, este alarmante resurgimiento del sarampión subraya aún más la importancia de identificar y abordar las desigualdades en materia de inmunización en todos los países.
«Las estrategias de inmunización adaptadas localmente que abordan las disparidades identificadas y promueven la equidad en la vacunación deben ser fundamentales para nuestros esfuerzos de cara al futuro», añade el organismo.
En varios países de la región se han iniciado así actividades intensificadas de inmunización sistemática y campañas de recuperación. En este sentido, la OMS/Europa ha informado que está ya apoyando a los países con grandes brotes. Sin embargo, todos los países, incluso los que todavía no tienen transmisión del sarampión, «deben evaluar cuidadosamente sus lagunas de inmunidad y los puntos débiles de sus programas».
Para volver a avanzar hacia la eliminación del sarampión, la OMS considera de esta forma que es «imperativo» que los países alcancen y mantengan una cobertura superior al 95% con las dos dosis de la vacuna. «Todos los países deben dar prioridad a la consecución de una elevada cobertura de vacunación sistemática y a la eliminación de los vacíos de inmunidad», concluye la Organización Mundial de la Salud.