Katie Hobbs, gobernadora del estado de Arizona (EE.UU.), firmó este viernes una orden ejecutiva para desplegar la Guardia Nacional del estado en la frontera con México para mitigar el impacto de una crisis humanitaria derivada de la «inacción» del Gobierno federal, encabezado por el presidente Joe Biden.
«Debe movilizarse aquella cantidad [de efectivos] de la Guardia Nacional de Arizona que se considere necesaria para apoyar en la protección de la vida y la propiedad en la frontera sur del estado, incluyendo aumentar y apoyar las actividades del Departamento de Seguridad Pública y de las agencias locales de aplicación y cumplimiento de la ley relativas a la violación de leyes estadales, incluyendo la interceptación de fentanilo, soporte analítico y esfuerzos contra el tráfico humano», instruye el decreto.
Desde el punto de vista de Hobbs, la movilización de tropas se justifica porque «la seguridad de los ciudadanos de Arizona y la prosperidad del estado están entrelazadas y ante la inacción del Gobierno federal, el estado debe tomar acciones para proteger las dos cosas».
Crisis humanitaria
En el texto también se alega que el cierre del paso fronterizo de Lukeville decretado recientemente por el Gobierno federal «ha dejado una crisis humanitaria no mitigada y ha puesto en riesgo la seguridad y el comercio de Arizona».
Del mismo modo refirió que «el Gobierno federal ha rechazado requerimientos previos para reasignar» a miembros de la Guardia Nacional en servicio activo a Arizona para asistir a la Protección de Aduanas y Fronteras de los EE.UU., para de esta manera «reabrir el paso de Lukeville».
Más temprano, la funcionaria comunicó en su cuenta de X que sostuvo una reunión con el gobernador del estado mexicano de Sonora, Alfonso Durazo, en la que se discutieron acciones conjuntas «para garantizar la pronta reapertura del paso fronterizo de Lukeville».