El presidente ruso, Vladímir Putin, ha anunciado que se postulará nuevamente para la presidencia en las elecciones presidenciales de 2024, una medida que se espera que lo mantenga en el poder hasta al menos 2030.
Putin, a quien Boris Yeltsin le entregó la presidencia el último día de 1999, ya ha servido como presidente durante más tiempo que cualquier otro gobernante de Rusia desde Josef Stalin, superando incluso los 18 años de mandato de Leonid Brezhnev.
Según informan agencias de noticias rusas, después de otorgar a los soldados que habían luchado en Ucrania el más alto honor militar de Rusia, la estrella de oro del héroe de Rusia, un teniente coronel le preguntó a Putin si volvería a postularse, a lo que el jefe del Kremlin asintió.
Para Putin, la elección es una formalidad: con el apoyo del Estado, los medios estatales y casi sin disentimiento público generalizado, es seguro que ganará.
Los políticos de la oposición presentan las elecciones como ‘una hoja de parra’ de la democracia que ‘adorna’ lo que consideran ‘la dictadura corrupta de la Rusia de Putin’.
Los partidarios de Putin desestiman ese análisis, señalando encuestas independientes que muestran que disfruta de índices de aprobación superiores al 80%. Dicen que Putin ha restablecido el orden y parte de la influencia que Rusia perdió durante el caos del colapso soviético.