Las autoridades de Ucrania dijeron que, de momento, hay un total de 492 localidades sin electricidad debido a los incesantes bombardeos rusos, los combates cercanos y el mal tiempo, en la antesala del invierno.
Esta situación no es una novedad para el pueblo ucraniano, que se prepara para pasar otra temporada de frío con un sistema energético debilitado por las ofensivas de Moscú, que se centraron y se centran en éste, con ánimos de debilitar al pueblo desde los aspectos más básicos.
“El sistema eléctrico sigue en una situación difícil. De momento, no hay capacidad libre en las centrales eléctricas”, informó la compañía estatal proveedora del servicio, Ukrenergo, que trabaja contrarreloj para minimizar los apagones tras los impactos de misiles pero que aún no ha logrado fortalecer por completo el suministro.
A estas dificultades se sumaron tres unidades de energía en una planta ubicada en una región del frente de combate que están fuera de funcionamiento, según señaló el Ministerio de Energía, donde se siguen registrando bombardeos, lo que imposibilita su arreglo.
También, quedó inhabilitada una central eléctrica en otra región y se descartó el uso de paneles solares por la densa nubosidad que cubre el país.
Así, para este invierno, el segundo de este conflicto bélico, ya se prevén imágenes similares a las de hace un año, con ciudades inmersas en la oscuridad y vecinos obligados a pasar largos períodos sin agua ni calefacción en medio del intenso frío. Inclusive, el Gobierno llegó a habilitar centros comunitarios para quienes no podían resguardarse del frío o carecían de insumos básicos.