Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) hicieron públicos recibos hallados durante redadas en sitios de Hamas en la Franja de Gaza que, según el Ejército, demuestran que un hijo del líder de la organización terrorista palestina, Ismail Haniyeh, compró joyas en los últimos años valuadas en miles de dólares.
Los correos del portavoz en árabe de las FDI, Avichayn Adraee, pretenden mostrar recibos tanto de Gaza como de Qatar de compras realizadas por Moaz Haniyeh. Los cinco suman unos 25.000 dólares.
“El portavoz de las FDI revela evidencia adicional que fue capturada durante la operación terrestre en la Franja de Gaza y sometida a extracción de inteligencia por parte de la unidad de inteligencia (recolección de documentos para fraude técnico) de la división de inteligencia”, afirman las FDI en un un comunicado.
“Los recibos muestran la brecha entre los dirigentes de Hamas y la población de Gaza: recibos por un total de miles de dólares procedentes de compras de joyas de lujo por parte del hijo de Ismail Haniyeh, el jefe del buró político de Hamas”, añaden.
“Durante las operaciones terrestres de las FDI en la Franja de Gaza, entre los muchos documentos de inteligencia también hubo aquellos que señalan la desconexión y la brecha entre los residentes de la Franja de Gaza y el liderazgo de Hamas”, continúa el texto.
Según el Ejército, “la cantidad de dinero de un recibo equivale a casi dos años de salario del residente medio de Gaza”.
Los estrechos vínculos de Ismail Haniyeh con Irán
Los vínculos entre Irán y Hamas siguen estrechándose, despejando así cualquier duda que pudiera quedar sobre su cooperación en la guerra que se libra contra Israel.
En noviembre pasado, el jefe del grupo terrorista palestino, Ismail Haniyeh, mantuvo un encuentro con el líder supremo de Teherán, el ayatolá Ali Khamenei, confirmó Usama Hamdan, un alto cargo de la milicia durante una intervención en televisión.
“Estamos orgullosos de nuestros hermanos que están en el Eje de la Resistencia junto a la nación (palestina), nuestra resistencia y los movimientos populares de nuestra nación. Estamos orgullosos del apoyo de la resistencia islámica en el Líbano y queremos saludar a nuestros hermanos de la resistencia islámica en Irak y Yemen”, agregó sin brindar detalles del encuentro.
Hamas es parte del Eje de la Resistencia, una coalición de milicias terroristas lideradas y financiadas por Irán, que se extienden por todo Oriente y se brindan apoyo mutuo en sus causas. Así, desde el inicio del conflicto, la Yihad Islámica, Hezbollah y hasta los hutíes rebeldes de Yemen han llevado a cabo ataques contra las fuerzas de Tel Aviv.
Los otros líderes de Hamas
Yahya Ibrahim Sinwar nació en 1962 en un campo de refugiados en Gaza. Realizó sus primeros estudios en el campamento Khan Yunis y, años más tarde, se graduó en la Universidad Islámica de Gaza.
Se unió a Hamas luego de su fundación en 1987 y, en poco tiempo, se hizo con una reputación de brutalidad dado que ayudó en la formación de la fuerza de seguridad interna, conocida como Majd.
Fue arrestado en tres oportunidades: primero en 1982, cuando pasó cuatro meses bajo control de Israel, y luego en 1985, cuando cumplió ocho meses por ayudar a fundar la unidad Majd.
En la última de ellas, en 1988, Israel lo sentenció a cuatro cadenas perpetuas por su participación en el asesinato de tropas israelíes y colaboradores palestinos. Estos más de 20 años no le impidieron continuar con sus tareas a la distancia, mantener su prestigio al interior de Hamas y hasta aprender hebreo, el idioma de sus enemigos.
En 2011, durante un canje de prisioneros, Sinwar obtuvo su libertad junto a otros 1.000 palestinos, a cambio del soldado israelí Gilad Shalit, que la milicia mantenía como rehén desde hacía cinco años. El analista geopolítico Michael Horowitz explicó que estos años tras las rejas le dieron un sentido “particularmente sensible” que se explica en su actual lucha por la liberación de sus prisioneros.
A su regreso a Gaza, Sinwar se mantuvo en la cúpula de Hamas por lo que, en 2015, Estados Unidos lo incluyó en su lista de terroristas internacionales.
Su popularidad y aceptación sólo siguieron en aumento y el 13 de febrero de 2017 fue elegido jefe del buró político del grupo.
En el pasado, se mostró abierto a apelar a canales diplomáticos para “ganar nuestros derechos” y, por ello, intentó mejorar las relaciones con Egipto y Fatah, la facción que controla la Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania. También encabezó una campaña para presionar a Israel a levantar el bloqueo que mantiene sobre el enclave.
Sin embargo, a la par de estas acciones, el grupo se entrenaba para realizar sus ataques y, según sostiene Reuters, la ofensiva del 7 de octubre, que llevó años de gestación.
El rol de Mohammed Deif
Israel prometió la eliminación de un segundo líder de Hamas en Gaza, Mohammed Deif.
Deif fue uno de los primeros en unirse a las filas del grupo armado en sus comienzos. Al igual que Sinwar, fue detenido en múltiples oportunidades por Israel y, durante una de ellas, comenzó los planes para la creación de la famosa Brigada Izz al-Din Al Qassam, que surgió como una formación militar y tenía por objetivo la captura de soldados israelíes para futuras negociaciones.
También fue la mente detrás de la construcción de la extensa red de cientos de kilómetros de túneles que atraviesan Gaza y se ubican a unos 80 metros de profundidad. Gracias a estos, Hamas logró aumentar sus incursiones en el territorio israelí y pudo, también, intensificar sus ataques con misiles.
Su salida de prisión, inclusive, no se debió a negociaciones o intercambios sino a su propia astucia para darse a la fuga durante la Segunda Intifada y mantener un bajo perfil desde entonces. Algunos sostienen que parte de su estrategia se basa en cambiar a diario su paradero, sin excepciones, lo que le ha costado uno de sus apodos más famosos: “El invitado”.
No obstante, sus esfuerzos, las FDI lograron dar con él en 2022 aunque fracasaron en su intento por eliminarlo. Aseguran, de todas formas, que “el combatiente con 9 vidas” perdió un pie y una mano, y sufre de dificultades para comunicarse.
Mientras Sinwar mantenía vigente una fachada diplomática con Israel, Deif continuó con los entrenamientos de sus combatientes. Esta estrategia de engaño habría sido la que llevó a Benjamin Netanyahu a descartar cualquier indicio de la incursión del 7 de octubre.