La actriz, directora, productora y empresaria Angelina Jolie (California, 1975) está haciendo planes para abandonar Los Ángeles y trasladarse a su casa en Camboya.
En una entrevista en The Wall Street Journal Magazine, Jolie explica que esta decisión va ligada a todo lo que ha vivido después de divorciarse de Brad Pitt. Aunque hace ya más de siete años del anuncio de la ruptura, la actriz aún sufre su impacto mediático. «Después del divorcio he perdido la posibilidad de vivir y viajar libremente. Crecí en un lugar más bien aislado, y ahora me doy cuenta de que Hollywood no es un lugar saludable. En cuanto pueda, haré la mudanza», asegura Jolie a la cabecera norteamericana.
En la misma conversación, la intérprete de filmes como Lara Croft: Tomb Raider(2001) y Sr. y Sra. Smith (2005) relata que tiene muy pocos lazos en Los Ángeles y que «prácticamente no hace vida social» para evitar que la persigan los paparazis.
El foco de las cámaras, de hecho, ha impactado también en su salud: «Mi cuerpo reacciona muy fuertemente al estrés. Tengo picos y caídas de azúcar constantes y seis meses después del divorcio sufrí parálisis de Bell», explica.
La presión pública también la afectó en el trabajo: en el 2018, durante el proceso de separación, Jolie estaba grabando la secuela de Maléfica cuando notó que la voz le había cambiado de registro respecto a la primera película.
Después de todo lo vivido, Jolie afirma que si ahora volviera a empezar su trayectoria, no la enfocaría hacia la industria cinematográfica ni el mundo de Hollywood sino que se centraría en trabajos menos mediáticos en el teatro. «Cuando empecé no había tanta expectación para que los intérpretes nos convirtiéramos en figuras públicas, ni tampoco nos pedían que compartíamos tanto nuestra vida privada», dice la actriz.
Precisamente hace un par de meses, Jolie explicó a la revista Vogue que ha reducido su carga de trabajo para poder cuidarse. «Hago menos películas y solo digo que sí a proyectos que no requieren rodajes largos. Tanto yo como mis hijos estamos viviendo un proceso muy largo para sanar», relató entonces. El divorcio también ha impactado en la forma en la que se relaciona consigo misma: «Me siento muy abatida, como si en la última década hubiera sido una persona completamente diferente. Necesito encontrarme y volver a empezar».