Kim Jong-un suplicó entre lágrimas a las mujeres de su país que tuvieran más hijos para compensar el descenso de la natalidad. El hombre fuerte de Corea del Norte, flanqueado por otros líderes uniformados, dijo que aumentar la población ayudaría a fortalecer el país.
«Detener el descenso de la natalidad y proporcionar un buen cuidado y educación a los niños son asuntos de familia que debemos resolver junto con nuestras madres», dijo Kim en su discurso durante la Reunión Nacional de Madres celebrada el pasado domingo en Pyongyang.
El último censo publicado por Corea del Norte fue el de 2008, según el cual su población era de 24 millones de habitantes. Las estimaciones actuales indican que el país tiene 25,7 millones de habitantes.
Sin embargo, el gobierno de Corea del Sur estima que la tasa de fertilidad del Norte ha descendido de forma constante en los últimos 10 años. Se trata de un dato preocupante para un país socialista que depende de la mano de obra movilizada para mantener a flote una economía quebrada y fuertemente sancionada.
Según la agencia de estadísticas del gobierno de Corea del Sur, la tasa total de fertilidad de Corea del Norte fue de 1,79 en 2022, por debajo del 1,88 de 2014.
Kim afirmó que las mujeres norcoreanas tenían que aumentar su tasa de natalidad mientras se enjugaba los ojos con un pañuelo blanco.
Muchos de los asistentes -mujeres vestidas con trajes tradicionales multicolores- lloraron abiertamente junto a su líder. Pero no todo fue llanto. Las imágenes publicadas por los medios estatales de Corea del Norte también mostraban a la multitud aplaudiendo y vitoreando a Kim mientras saludaba desde su asiento, flanqueado por funcionarios masculinos en traje y uniforme militar.
Según los medios norcoreanos, el país ofrece beneficios especiales a las familias con tres o más hijos. Entre ellas, vivienda gratuita, alimentos, medicinas, enseres domésticos e incentivos educativos.
