El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, convocó a una marcha pacífica en la capital del país el próximo jueves para la defensa de la democracia frente a quienes llamó “los corruptos de siempre”, sin mencionar a nadie.
“Ha llegado la hora de ponerles un alto y unirnos en la defensa de la verdad, de la justicia y de la democracia”, dijo este lunes en un mensaje en video publicado en la red social X, antes Twitter.
Casi de forma simultánea, organizaciones indígenas y sociales convocaron a la población a marchar para demostrar su “compromiso inquebrantable con la democracia, la justicia y el respeto por los derechos y libertades de todos y todas”. Plantearon una concentración frente a la Corte Suprema a las 8 a.m. (hora local) y luego un recorrido hacia la Corte de Constitucionalidad y a instalaciones del Ministerio Público.
Movimiento Semilla, el partido que postuló al binomio electo en las elecciones de este año, también dijo a CNN que la movilización partirá a las 8:00 a.m. de la Corte Suprema a la Corte de Constitucionalidad.
La convocatoria a esta marcha ocurre dos semanas después de que el Ministerio Público pidió a la Corte Suprema retirar la inmunidad a Arévalo y a la vicepresidenta electa, Karin Herrera, al atribuirles supuestos delitos patrimoniales en la Universidad de San Carlos (USAC).
Arévalo y Herrera niegan haber violado la ley y dicen que la solicitud del Ministerio Público es otra acción para impedirles asumir el poder el próximo 14 de enero.
El llamado a esta marcha también se produce cuatro días después de que —a petición del Ministerio Público— se retiró la inmunidad a cuatro de los cinco magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE): Irma Palencia, Mynor Franco, Gabriel Aguilera y Ranulfo Rojas, por supuestas irregularidades en la contratación del sistema que procesó la información sobre las votaciones de este año.
CNN confirmó el viernes que los cuatro magistrados salieron de Guatemala. El binomio electo sostiene que las acciones del Ministerio Público contra los funcionarios son una persecución política.