Durante el Foro de Naciones Unidas (ONU) sobre Empresas y Derechos Humanos se nombró a la OFRANEH (Organización Fraternal Negra Hondureña) como organización ganadora del Premio de Derechos Humanos y Empresas 2023.
Este premio reconoce el “trabajo sobresaliente por parte de defensores y defensoras de los derechos humanos para abordar el impacto en los derechos humanos que tienen las empresas”.
OFRANEH fue fundada en 1979. La organización defiende los derechos humanos de las comunidades indígenas Garífuna de Honduras, busca garantizar su supervivencia como cultura diferenciada y defiende sus tierras ancestrales contra el acaparamiento de tierras por parte del sector privado. OFRANEH es una organización liderada por mujeres, con un enfoque antirracista robusto, además de tener una conciencia profunda sobre cómo defender los derechos.
Hoy los miembros del Consejo de la Fundación (Christopher Avery, Regan Ralph y Valeria Scorza) expresaron lo siguiente: “Nos complace que el premio 2023 vaya a OFRANEH, una organización excepcional de valientes defensoras y defensores de derechos humanos que han estado trabajado desde hace décadas, a pesar del gran riesgo para sí mismos, en la defensa de los derechos del pueblo Garífuna de Honduras”:
Fernanda Hopenhaym, miembro de la Red de Asesoramiento, co-directora ejecutiva de PODER (México) y miembro del Grupo de Trabajo de la ONU sobre empresas y derechos humanos comentó: “Con el paso de los años he llegado a conocer a las y los líderes de OFRANEH y realmente son personas inspiradoras, que se mantienen íntegras ante desafíos inmensos”.
Los Garífuna son un pueblo mixto de ascendencia indígena arahuaca y negra africana. Hablan garífuna y criollo de San Vicente. Sus tierras están vinculadas a sus medios de subsistencia, incluida la agricultura de subsistencia y la pesca a pequeña escala.
El pueblo Garífuna tiene una reclamación ancestral de sus tierras en Honduras que se remonta a 1797. No fue sino hasta 1887 y 1901 que el Estado hondureño empezó a reconocer su territorio ancestral otorgando títulos de propiedad comunitaria. OFRANEH indica que no se han respetado estos títulos, incluso por el mismo Estado, que ha dado sus tierras a terceros, violando así el derecho ancestral de las comunidades.