El filósofo, sociólogo y catedrático nicaragüense Freddy Quezada, muy crítico con el Gobierno de Daniel Ortega, fue detenido en Managua por la Policía Nacional, denunciaron este jueves agrupaciones estudiantiles.
Quezada, de 65 años, y formador de generaciones de periodistas y sociólogos nicaragüenses, fue detenido el miércoles en horas de la tarde en su casa, al sur de Managua, denunció la denominada Iniciativa Puentes por los Estudiantes de Nicaragua (Ipen) en una nota de prensa.
El catedrático, que fue despedido de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en 2018 por solidarizarse con los estudiantes que se manifestaron contra el Gobierno de Ortega por unas controvertidas reformas a la seguridad social y criticar el uso de la fuerza por parte del Estado, es un agudo crítico del Ejecutivo en sus redes sociales, donde se firma como «Uliteo».
En una de sus últimos publicaciones en su cuenta de la red social X (antes Tiwitter), calificó de «cabeza de zorro» (mentirosa) a la «dictadura» por la «puesta en escena» de fotos y un video del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, condenado en febrero pasado a más de 26 años de prisión tras negarse a abandonar su país.
El obispo fue exhibido dentro de la cárcel La Modelo, una prisión de máxima seguridad, donde, según el Gobierno, el jerarca se encuentra en condiciones de reclusión «preferenciales».
«La dictadura tuvo presas a 222 personas que luego se vio obligada a excarcelar y expatriar (a EE.UU.). Todas han contado su experiencia y las escenificaciones que sufrieron. ¿Cómo cree, ahora, esa dictadura cabeza de zorro que alguien le creerá esa «mise à scene» del obispo Rolando Álvarez?», razonó Quezada.
En su declaración, la Ipen expresó «su más enérgico rechazo y condena ante la reciente detención arbitraria del respetado catedrático», y exigió su “liberación inmediata”.
«Esta acción flagrante representa una clara violación a la libertad académica y constituye un sombrío recordatorio de la continua persecución contra la comunidad universitaria que no se alinea con el régimen sandinista en nuestro país”, señaló.
Destacó que el profesor es “reconocido por su dedicación a la enseñanza en la comunicación y las ciencias sociales, así como a la promoción del pensamiento crítico».
«Ha sido detenido sin fundamentos sólidos de legalidad, características de la alarmante vulneración de los derechos fundamentales en Nicaragua”. argumentó,
Asimismo, observó que «este lamentable episodio no solo ataca la integridad física y emocional del catedrático, sino que también arroja luz sobre la persistente política de represión hacia aquellos que ejercen su derecho a la libertad de expresión y el pensamiento crítico».
Ese grupo estudiantil instó a la comunidad internacional, a organizaciones defensoras de derechos humanos y a todas las personas comprometidas con la libertad y la justicia, a “unirse en la demanda por la liberación inmediata del Prof. Freddy Quezada y a seguir rechazando enérgicamente cualquier forma de persecución política en contra de la comunidad universitaria nicaragüense”.
La Alianza Universitaria Nicaragüense también denunció la detención del profesor y demandó su libertad.
Quezada fue descrito como «un profesor brillante e insubordinado intelectual de toda la vida» por la feminista y opositora Sofía Montenegro.
«El mejor profesor que tuve en la universidad en Nicaragua, un tipo que fomentaba el pensamiento crítico, un amante de la libertad», escribió el cronista deportivo Camilo Velásquez.
La activista excarcelada y desnacionalizada Samantha Padilal Jirón escribió que Quezada es «un gran maestro, brillante y de los profesores que más promovía en sus estudiantes el pensamiento crítico y la libertad».
El catedrático Juan Carlos Gutiérrez Soto dijo que Quezada es un «profesor de los mejores, tan irreverente como brillante».
«Pensar es alarmante para los que nacieron sin la capacidad de hacerlo», escribió la doctora opositora Anely Pérez Molina.
La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, un consuegro de Ortega, no se ha referido a esa detención.
Nicaragua vive una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones de noviembre de 2021 en las que Ortega, en el poder desde 2007, fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.