El portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), James Elder, describió este lunes las difíciles condiciones que atraviesan los niños y sus familias en la Franja de Gaza, luego de realizar una visita al enclave palestino durante la tregua humanitaria acordada el pasado viernes entre Israel y Hamás.
«La situación sobre el terreno parece desesperada», indicó Elder, quien detalló que pudo apreciar escombros en el suelo, vehículos destruidos y gente tratando de huir de sus hogares. Asimismo, precisó que, al observar la «expresión de los rostros de las personas», así como su «trauma» y «estrés», logró percibir que «el dolor y la tristeza se han arraigado en Gaza».
«Es una zona de guerra»
Por otro lado, el funcionario del organismo internacional manifestó que los «hospitales están llenos» y que las «salas de urgencia [están] abarrotadas de niños y niñas con heridas de metralla» y «quemaduras», a las que calificó de «horrendas».
«Es una zona de guerra. Hay niños en aparcamientos y jardines, en camas por todas partes», aseveró Elder, recalcando que se han contabilizado «cientos de miles» de infantes que no asisten a la escuela. También mencionó que algunos están «hacinados» en los campos de refugiados, sufriendo la falta de víveres y «pasando frío», afirmando que corren el riesgo de contraer enfermedades por la precaria situación en la que se encuentran.
«Esta pausa humanitaria tiene que convertirse, con toda tranquilidad, en un alto el fuego humanitario y luego en una paz duradera», señaló el vocero de Unicef, destacando que, hasta el momento, más de 6.000 niños han perdido la vida. «Esto tiene que parar. Muchos niños han perdido a sus padres; Muchos padres han perdido a sus hijos», precisó.
James Elder exigió que los ataques de las Fuerza de Defensa de Israel (FDI) deben cesar, puesto que «están destruyendo las plantas desalinizadoras» utilizadas para el tratamiento de las aguas residuales. Además, reiteró que se necesita «maquinaria» para repararlas, así como combustible para que operen.