El “Black Friday” o Viernes Negro, el día después de la festividad de Acción de Gracias en Estados Unidos, muchos minoristas rebajan los precios para impulsar las ventas. Originalmente conocido por las multitudes que hacen cola en los grandes almacenes de Estados Unidos, el evento se ha trasladado cada vez más a internet y se ha globalizado, impulsado en parte por Amazon, que este año anuncia diez días de descuentos navideños del 17 al 27 de noviembre.
En Alemania, el segundo mayor mercado de Amazon por ventas en 2022, los trabajadores de cinco centros de distribución en Bad Hersfeld, Dortmund, Coblenza, Leipzig y Rheinberg, iniciaron la huelga a partir de la medianoche del jueves para exigir un acuerdo salarial colectivo.
Un portavoz de Amazon en Alemania dijo que los trabajadores reciben salarios justos, con un sueldo inicial de más de 14 euros (15,27 dólares) la hora, y tienen beneficios adicionales, y añadió que las entregas de los pedidos del “Black Friday” serán fiables y puntuales.
Más de 1.000 trabajadores del almacén de Amazon en Coventry, Inglaterra, irán a la huelga el viernes, según el sindicato GMB, en el marco de una larga disputa salarial. Los sindicalistas también están organizando una manifestación en la sede británica de Amazon en Londres.
Un portavoz de Amazon UK dijo que la huelga no causaría ningún trastorno.
Los casilleros de Amazon también están en el punto de mira. Muchos compradores de Amazon utilizan sus casilleros, situados en estaciones de tren, aparcamientos de supermercados y esquinas, para recibir sus pedidos.
En Francia, la organización antiglobalización Attac está animando a los activistas a cubrirlas con carteles y cinta adhesiva para impedir que los repartidores y los clientes puedan abrirlas.
Attac, que califica el “Black Friday” de “celebración de la sobreproducción y el consumo excesivo”, afirma que espera que la protesta sea más amplia que el año pasado, cuando calcula que se atacaron 100 taquillas de Amazon en toda Francia.
El sindicato italiano CGIL convocó una huelga para el “Black Friday” en la bodega de Castel San Giovanni, mientras que el sindicato español Comisiones Obreras (CCOO) llamó a los trabajadores de almacenes y reparto de Amazon a realizar una huelga de una hora en cada turno el “Cyber Monday” (“Ciberlunes”, en español), el último día de las rebajas de diez días de Amazon.
“Make Amazon Pay” (“Haz que Amazon pague”), una campaña mundial coordinada por UNI Global Union, dijo que las huelgas y protestas tendrían lugar en más de 30 países desde el “Black Friday” hasta el lunes.