El norcoreano Kim Jong Un celebró en Pyongyang una «nueva era de una potencia espacial» con familiares y científicos después del lanzamiento exitoso del primer satélite militar de Corea del Norte, dijeron los medios estatales el viernes (24.11.2023).
El lanzamiento fue un «ejercicio del derecho de autodefensa», dijo Kim durante una visita a la agencia espacial nacional, según la agencia de prensa oficial KCNA.
El satélite ayudará a Corea del Norte a protegerse de «los peligrosos y agresivos movimientos de las fuerzas hostiles», dijo Kim, que experimentó «una nueva era de un potencial espacial».
Después de dos intentos fallidos, Corea del Norte consiguió el martes poner en órbita el satélite «Malligyong-1», en una acción criticada por Washington y Seúl como una vulneración de las resoluciones de la ONU contra el país comunista.
En tanto, el Ministerio de Defensa de Japón informó este viernes que ha confirmado que Corea del Norte logró poner correctamente en la órbita terrestre un objeto en su reciente lanzamiento, que el régimen asegura que es su primer satélite espía.
Antes, Corea del Sur confirmó que el satélite se había colocado en órbita, pero señaló que era demasiado temprano para afirmar que funcionaba correctamente como asegura el Norte.
Kim asegura que ya espió bases militares de EE.UU.
Medios estatales norcoreanos declararon que Kim ya había podido estudiar imágenes de bases militares estadounidenses en Guam.
En las imágenes difundidas por Pyongyang, Kim, acompañado por su hija Ju Ae, felicita a los científicos y los programadores de la Administración Nacional de Tecnología Aeroespacial.
En otras fotografías, el líder celebra una recepción con trabajadores de la agencia aeroespacial, mandos militares y políticos, así como su hija y su mujer, Ri Sol Ju.
Todos los asistentes «lanzaron entusiastas vivas para expresar agradecimiento al gran padre que finalmente aseguró el exitoso lanzamiento», dijo KCNA.
Después del lanzamiento, Seúl anunció la suspensión parcial de un acuerdo militar de 2018 para mitigar las tensiones con el Norte y desplegó «activos de vigilancia y reconocimiento» en la frontera. Pyongyang tildó esta decisión de «temeraria» y anunció la suspensión completa del acuerdo y el despliegue de tropas y nuevo equipamiento en la línea que divide la península de Corea.
