Enfrentamientos imputados a la ultraderecha sacudieron Dublín este jueves por la noche después de que cinco personas, tres de ellas niños, resultaran heridas en un ataque que, según la policía irlandesa, no tenía móvil “terrorista”.
Los incidentes derivaron de una concentración en la que cientos de participantes portaban pancartas que rezaban “Irish Lives Matter” (Las vidas de los irlandeses importan) y banderas nacionales. El acto tuvo lugar en un barrio en el que vive mucha población inmigrante, observó un periodista de la AFP.
Un auto de la policía fue incendiado y las fuerzas de seguridad fueron blanco de proyectiles por parte de la multitud, que se mostró hostil hacia los “medios ‘mainstream’ (de tendencia mayoritaria)”.
Un responsable de la policía, el comisario Drew Harris, aludió a una “facción de ultras locos movidos por una ideología de extrema derecha”.
“Los hechos todavía no están claros”, subrayó, lamentando los “rumores” e “insinuaciones” que se han propagado “malintencionadamente”.