La Guardia de Fronteras finlandesa dijo este martes que es probable que las autoridades rusas estén muy implicadas en el transporte de inmigrantes hacia dos pasos fronterizos que permanecen abiertos, en un momento en que Finlandia intenta frenar el flujo de migrantes procedentes de Rusia.
Más de 500 solicitantes de asilo, en su mayoría procedentes de Yemen, Somalia, Siria e Irak, han llegado a Finlandia -un puesto oriental de la Unión Europea- a través de Rusia en un repentino aumento en las últimas dos semanas, lo que llevó a Helsinki a cerrar la mitad de sus pasos fronterizos y acusar a su vecino ruso de canalizar a los inmigrantes hacia su frontera. Moscú niega la acusación.
Mientras Helsinki estudia la posibilidad de cerrar toda la frontera, los inmigrantes han estado llegando desde Rusia en autos y camiones y luego se les ha dejado y entregado bicicletas cerca de la frontera finlandesa para el tramo final, dijo el jefe de la división jurídica de la Guardia de Fronteras finlandesa, Tomi Kivenjuuri.
“Es muy probable que las autoridades rusas estén muy implicadas en la operación de transporte. Es muy probable que los guardias fronterizos estén implicados por su parte”, declaró a Reuters.
Finlandia y Rusia han prohibido conjuntamente cruzar la frontera a pie. La semana pasada, la Guardia de Fronteras finlandesa prohibió unilateralmente las bicicletas, pero Rusia sigue permitiendo que los inmigrantes crucen en bicicleta.
Sólo dos pasos fronterizos septentrionales situados en lugares remotos, en Vartius y Salla, siguen recibiendo solicitudes de asilo de inmigrantes después de que Finlandia cerrara cuatro puestos fronterizos y levantara barreras para impedir los cruces ilegales.