Pese a su ceguera, un hombre se dedica a “chapiar”, sembrar y jalar leña, para sostener a su familia en la comunidad de San José de Río Tinto en el departamento de Olancho.
«Trabajo para sustentar a mi hijo y a mi pareja… Es difícil, porque casi a nadie le gusta contratarme, a veces sólo me hago 150 lempiras, pero ahí vamos saliendo adelante poco a poco”, dice Oscar Núñez.
El hondureño además es presidente de la Asociación Nacional de ciegos de Olancho y asegura que aboga porque las condiciones para las personas en su misma condición tengan mejores oportunidades.