Los hospitales móviles representan una de las mayores pérdidas para Honduras. Son 1,174 millones de Lempiras tirados a la basura porque nunca se les dio el uso para los que fueron comprados en el extranjero.
De los siete hospitales adquiridos, solamente uno está en funcionamiento, pero atiende otro tipo de patologías.
Varios funcionarios implicados en la compra fraudulenta de los hospitales móviles se encuentran tras las rejas, pero el vendedor de ellos (Axel López) circula libremente y en total impunidad.
El Gobierno actual no cree que se trate de persecución política.