Al menos el 45% de las viviendas de Gaza han sido destruidas o dañadas hasta el 4 de noviembre, y hasta 200.000 personas ya no tienen hogar, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Gaza es uno de los lugares más densamente poblados del mundo, con más de 500 personas por cada 100 metros cuadrados en muchas zonas, según la Comisión Europea.
Israel ha llevado a cabo múltiples ataques aéreos a aproximadamente un kilómetro del cruce de Rafah, la única vía de entrada y salida de Gaza que no está controlada por Israel. El cruce, controlado por Egipto, ha estado prácticamente cerrado desde que Hamas lanzó su ataque sin precedentes contra Israel el 7 de octubre.
El norte de Gaza no ha tenido electricidad ni combustible desde el 11 de octubre. Un tercio de los hospitales han tenido que cerrar, y los que permanecen abiertos a menudo funcionan con electricidad limitada y sin anestesia ni agua potable, informó la oficina humanitaria de la ONU. Todas las panaderías del norte han tenido que cerrar, ya sea por daños o por falta de combustible.
La única central eléctrica de Gaza se ha quedado sin combustible y la planta desalinizadora de agua de mar en el norte también está fuera de servicio. El agua potable se está acabando para cientos de miles de civiles. La mayoría de las instalaciones de bombeo de aguas residuales no están operativas. Funcionarios de la ONU informan que 14 hospitales y el 71% de los centros de atención primaria en toda Gaza están cerrados.