(Washington, Estados Unidos)._ Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping se reunirán el próximo miércoles 15 en el área de San Francisco, la segunda vez que se ven en persona desde que ambos están en sus cargos y luego de un año en el que hubo varios episodios que aumentaron la tensión entre ambos países.
En medio del conflicto en Medio Oriente luego del ataque terrorista de Hamas a Israel, ese será uno de los temas principales del encuentro dado que Biden pretende que Xi Jinping pueda interceder ante Irán para evitar cualquier escalada del conflicto, explicó un alto funcionario del gobierno de Biden en una llamada con periodistas de la que participó Infobae, para anticipar algunos detalles del encuentro bilateral.
Para la Casa Blanca se trata de una reunión importante. Si bien se dará en el marco de la visita del presidente chino para el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, EEUU aseguró que ambos presidentes se están guardando mucho tiempo para discutir una amplia variedad de temas durante dos largas sesiones.
Desde que Biden asumió en enero del 2025 ambos mandatarios han tenido seis reuniones pero solo una presencial. Xi no visita Estados Unidos desde hace seis años y el único encuentro cara a cara fue hace un año, en la cumbre del G20 en Indonesia. Para el país anfitrión uno de los temas más relevantes poder mantener las líneas de comunicación abiertas entre Washington y Beijing, algo que en el último tiempo no fue sencillo.
“Competimos con China pero no buscamos conflicto, confrontación o una nueva Guerra Fría. Estamos gestionando la competencia de forma responsable”, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
La agenda de temas
Según la Casa Blanca, en el encuentro se espera que los presidentes puedan abordar una larga variedad de temas como la invasión rusa a Ucrania y el conflicto de Israel con Hamás, la lucha contra las drogas, en especial en fentanilo dado que EEUU acusa a empresas chinas de ser parte del tráfico de precursores para su elaboración.
Sobre el conflicto con Hamás, el mensaje más importante que Biden piensa pasar es que espera una influencia china en su “floreciente relación con Irán”, para evitar que el régimen persa avance en una escalada.
“Si Irán emprende acciones provocativas en cualquier lugar donde se encuentre Estados Unidos, estamos preparados para responder y hacerlo con prontitud”, dijo uno alto funcionario de la Casa Blanca.
Ante las preguntas de un periodista sobre si Biden piensa exigirle a China que se abstenga de intervenir en las elecciones del próximo año en Estados Unidos, uno de los funcionarios de la Casa Blanca admitió que el tema podría surgir. Aseguró que se va a cubrir una amplia gama de temas que son “potencialmente polémicos” y una de esas áreas de preocupación norteamericana son “posibles operaciones de influencia electoral”, dijo un jerarca norteamericano que pidió no ser identificado.
La agenda también incluirá el abordaje de temas de inteligencia artificial, la situación de tres estadounidenses detenidos en China. En el último año existieron entre ambos países algunas polémicas muy intensas, como por ejemplo los globos espías chinos en territorio estadounidense. Los informantes señalaron que es probable que esos temas también surjan en las conversaciones.
Taiwán y Corea del Norte
Otros dos temas polémicos que Estados Unidos lleva a la conversación con China son Corea del Norte y Taiwán.
La Casa Blanca asegura que ha “observado con cierta preocupación la floreciente relación entre Corea del Norte y Rusia” y dado que China es “patrocinador” de los norcoreanos, el tema estará arriba de la mesa.
Sobre Taiwán, existe preocupación en algunos ámbitos porque China pueda querer interferir en las elecciones que se realizarán en enero del próximo año. Si bien Estados Unidos sigue señalando que “reafirma la política de una sola China”, la administración Biden quiere dejar sentado que pretende paz y tranquilidad en la región.
“Dejaremos en claro a los chinos que cualquier acción o interferencia en las elecciones generaría preocupaciones extremadamente fuertes por nuestra parte”, agregó un funcionario consultado sobre el tema.
Las fuentes insisten que es un tema que “preocupa muchísimo” a EEUU, dado que también han advertido sobre las actividades militares chinas alrededor de Taiwán porque lo advierten como una provocación peligrosa porque socava la paz y la estabilidad en toda la región.
El contexto del vínculo Biden – Xi
La reunión de la próxima semana será la segunda de Biden y Xi presencial desde que el presidente estadounidense llegó a la Casa Blanca. Pero el vínculo entre ellos tiene una historia más larga. Entre 2008 y 2013 ambos fueron vicepresidentes de sus países y allí mantuvieron buenos contactos.
Según la mirada que hacen en la Casa Blanca, en los últimos tres años la administración de Biden logró fortalecer el país tanto desde el punto de vista económico internamente como diplomáticamente con otros socios de la región del Indo-Pacífico, de forma tal que ahora puede apostar a una “diplomacia de alto nivel” con China para seguir compitiendo con ellos pero en un clima que no sea el de la confrontación constante porque, según reconocen, es evidente que la importancia de ese país en el escenario mundial será alta por mucho tiempo.
El enfoque que EEUU quiere tener con China es el de mantenerse “firme y consistente” en lo que califican como una “competencia intensa” y “sin dar un paso atrás” en los intereses y valores. “Creemos que la competencia intensa requiere y exige una diplomacia intensa para gestionar las tensiones e impedir que la competencia se transforme en conflicto o confrontación”, dijo un funcionario cercano a Biden.