Los vecinos de la comunidad San Pedro Arriba del municipio de Catacamas, Olancho, aún no salen de la conmoción y el asombro. El crimen del pequeño Ángel Moncada, un niño de 4 años que alegraba con sus gracias a su familia, es algo que ha marcado para siempre esta pequeña aldea, especialmente porque el autor de su muerte es su propio padre.
La tragedia ocurrió ayer en horas de la mañana cuando Ricardo Moncada de 35 años, quien recientemente había regresado de Estados Unidos, inició una discusión con su pareja y madre del pequeño Ángel al interior de su vivienda.
Los dimes y diretes entre la pareja llegó al grado que Ricardo sacó un arma de fuego y un machete, amenazando a la mujer, fue en ese momento en que la suegra del enfurecido hombre se interpuso e intentó despojarlo de la pistola, en el forcejeo, la hirió con el arma blanca, además hubo varios disparos, lamentablemente, uno de ellos impactó en el pecho del pequeño Ángel.
Tras el hecho, Ricardo salió huyendo, mientras madre y abuela recogían al pequeño Ángel y salían corriendo con el niño en brazos en busca de ayuda.
Alguien las trasladó hasta el hospital de Catacamas, donde en un video aficionado se captó en desgarrador momento en que la madre llegaba al hospital con su hijo moribundo.
“Señor, hay mi amorcito de mi vida, respira mi amor… Auxilio, ayúdenme”, gritaba la mujer con el deseo de salvar a su pequeño hijo.
Lamentablemente, el pequeño falleció minutos después de ingresar a la sala de emergencias.
Este día, el pequeño es velado en un barrio de la ciudad de Catacamas, mientras que su padre permanece prófugo de la justicia.
Allegados a Ricardo, afirman que el hombre tenía un carácter fuerte, agresivo pero que adoraba al pequeño Ángel ya que era su único hijo varón.