La caravana de varios miles migrantes que avanza por el estado de Chiapas tomó el miércoles la principal aduana del sur de México para presionar a las autoridades migratorias para que les entreguen permisos de tránsito por el país.
Tras acampar durante varios días en la localidad sureña de Huixtla, unos 3.000 migrantes se movilizaron hacia el Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo (Caift) donde bloquearon los cuatro canales de la autopista federal afectando a cientos de camiones, autobuses y automóviles que buscaban llegar a la frontera con Guatemala o internarse en el territorio mexicano.
La aduana permanece custodiada por una veintena de agentes de la Guardia Nacional con equipos antimotines que no hicieron ningún intento de desalojar al grupo.
El activista Irineo Mújica, de la organización no gubernamental Pueblo Sin Fronteras, que convocó la caravana, lamentó que el Instituto Nacional de Migración (INM) no facilite a los extranjeros los permisos de tránsito para avanzar sin riesgos por México.
“Sabemos que estamos incomodando al pueblo mexicano y le pedimos una disculpa, pero también el crimen organizado nos está secuestrando, nos está matando”, dijo Mújica al justificar el bloqueo de la aduana.
“No tenemos respuesta y (dicen que) no van a dar papeles. La idea es llegar a Estados Unidos porque allá nos espera un mejor futuro para los niños, la verdad es que lo hacemos por ellos”, dijo entre sollozos el hondureño Herson Fernández, quien viaja con su esposa y tres hijos, al admitir que ya no cuenta con dinero y está desesperado por avanzar hacia la frontera norte.
La caravana, integrada en su mayoría por centroamericanos, venezolanos y cubanos, salió a inicios de la semana pasada de la ciudad fronteriza de Tapachula con unas 5.000 personas, pero debido a la falta de respuesta de las autoridades para la entrega de los permisos de tránsito unos 2.000 extranjeros han optado por abandonar el grupo y seguir el recorrido por cuenta propia.
Durante tres días el grupo recorrió 45 kilómetros y a mediados de la semana pasada se detuvo en Huixtla, donde una decena de migrantes protestó cosiéndose los labios y quemando piñatas con el rostro del titular del INM, Francisco Garduño, para exigir atención. Hasta el momento no han tenido respuesta.
En los últimos meses se ha registrado en la frontera sur de México una creciente ola migratoria. Para octubre la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados registró 127.000 solicitantes, una cifra casi similar al récord que se alcanzó en 2021 cuando en medio de la pandemia del coronavirus hubo 129.000 peticiones en todo el año.