Los máximos responsables de las distintas agencias humanitarias que integran Naciones Unidas han pedido al unísono un alto al fuego humanitario en la Franja de Gaza y han señalado que dejar sin alimentos, agua y electricidad a toda una población es una atrocidad tan grande como lo fue el asesinato de civiles israelíes.
“Desde hace casi un mes, el mundo asiste conmocionado y horrorizado a la evolución de la situación en Israel y los territorios palestinos ocupados. En Israel, unas 1.400 personas han muerto, miles han sido heridas (…) Más de 200 personas, incluidos niños, han sido tomadas como rehenes. Los cohetes (de Hamás) siguen traumatizando a las familias”, señalan en una declaración común.
Al mismo tiempo, afirman que “los horribles asesinatos de aún más civiles en Gaza son una atrocidad, como lo es dejar sin alimentos, agua, medicinas, electricidad y combustible a 2,2 millones de palestinos”.
“Toda una población se encuentra asediada y atacada, sin acceso a lo esencial para sobrevivir, bombardeada en sus hogares, refugios, hospitales y lugares de culto. Esto es inaceptable”, enfatizaron.
La ONU está pagando también un enorme coste humano en esta guerra, con 88 empleados de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) que han sido asesinados en los ataques israelíes. Se trata del mayor número de víctimas mortales de Naciones Unidas jamás registrado en un solo conflicto.
El coordinador humanitario de la ONU, Martin Griffiths; el alto comisionado para los refugiados, Filippo Grandi; el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus; la directora de UNICEF, Catherine Russell, entre varios otros, piden así el respeto de la vida de los civiles, de las infraestructuras de las que dependen, la liberación de los rehenes y que se permita la entrada de ayuda humanitaria esencial a Gaza.
“Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato. Ya han pasado 30 días. Ya es suficiente. Esto debe acabar ya”, reclamaron.