Un padre y sus dos hijos corren en ropa interior por el jardín de su casa para esconderse en su refugio antiaéreo. Acto seguido, un terrorista de Hamás lanza una granada contra la entrada del refugio y el padre, que protegía la puerta, muere en el acto. Los dos niños, de unos 10 o 12 años, no tardan en salir aturdidos y heridos de la humeante ratonera. «¡Papá, papá! ¡Está muerto, está muerto!», grita entre lágrimas el más pequeño.
La escena continúa en el interior de la casa, en la cocina, donde los dos niños lloran desconsolados en presencia de un terrorista de Hamás armado con un fusil, que ajeno a su dolor abre tranquilamente la nevera para beber a morro de una botella de Coca-cola. Los dos menores, desesperados y en evidente estado de shock, balbucean entre sollozos:
Hermano menor: -¡Papá ha muerto, esto no es una broma!
Hermano mayor: -Lo sé, lo sé, lo he visto.
Hermano menor: -¿Por qué estoy vivo? ¿Por qué estoy yo vivo? ¡Quiero a mamá, quiero que venga mamá!
El relato anterior fue grabado por las cámaras de seguridad de un hogar familiar, situado en el kibutz de Netiv Haasara, muy cerca de la frontera de Gaza, el pasado 7 de octubre, el día de la masacre perpetrada por Hamás en territorio israelí.
En otro vídeo grabado cerca de allí se puede ver como un terrorista de Hamás comprueba que un joven moribundo todavía se mueve en el suelo, rodeado de cadáveres, y para rematarlo intenta cortarle la cabeza con una azada. El terrorista golpea el cuello del herido repetidas veces, pero la hoja poco afilada de esa herramienta de campo le impide consumar la decapitación, para mayor dolor de la víctima.
No muy lejos de ese lugar, el cuerpo de una mujer muerta yace inerte en el suelo, sin ropa interior y con las piernas abiertas, muy probablemente víctima de una agresión sexual. La rodean un grupo de terroristas que graban su cuerpo semidesnudo con sus teléfonos móviles.
Las desgarradoras escenas antes mencionadas son solo pequeños extractos de un vídeo de 43 minutos de duración, que recoge imágenes y fotografías sin editar del ataque terrorista del pasado 7 de octubre. Muchas de ellas fueron grabadas por los propios milicianos de Hamás, con cámaras Go Pro que llevaban adosadas al cuerpo o con sus teléfonos móviles. Otras fueron recogidas por las víctimas antes de morir o por cámaras de seguridad de la zona.
Todas ellas han sido recopiladas por el ejército de Israel y fueron mostradas a los corresponsales de la prensa internacional en Tel Aviv, hace dos semanas. Pero el gobierno hebreo quiere que el mundo sea consciente del horror de Hamás y, por ello, ha comenzado a proyectar esas imágenes en otros países para la prensa local. La embajada de Israel en Madrid ha sido una de las primeras y este lunes ha organizado un pase para una treintena de periodistas en un céntrico hotel de la capital.
«La finalidad de mostrarles estas imágenes es que ustedes comprendan contra qué estamos luchando y por qué actuamos como estamos actuando», afirma el ministro consejero de la legación diplomática israelí, Dan Poraz, antes de iniciar la sesión, a la que no podemos acceder con teléfonos móviles ni ningún dispositivo de grabación. Los familiares de las víctimas que aparecen en las imágenes han dado permiso para mostrarlas al mundo, pero con la condición de que no puedan ser reproducidas.
Matanzas indiscriminadas
La proyección comienza con terroristas de Hamás disparando indiscriminadamente con fusiles de asalto contra todos los vehículos que se cruzan en su camino en una carretera cercana a la Franja. Los milicianos se aseguran de que no haya supervivientes, matando a sangre fría a todos los ocupantes de los coches. A muchos vehículos les prenden fuego y los cadáveres carbonizados se cuentan por decenas.
En otro vídeo, dos terroristas irrumpen en una guardería vacía. No hay niños en su interior, solo una mujer que trata de esconderse aterrada detrás de unas almohadas, pero los terroristas la acaban descubriendo y la asesinan sin piedad.
En otras escenas se puede ver cómo los terroristas celebran sus matanzas con evidente júbilo. Fuertemente armados, jóvenes milicianos que no pasan de la veintena, ríen a carcajada limpia, alzan los brazos al aire y hacen signos de victoria mientras repiten sin cesar «allahu akbar». Otros se ensañan pisoteando con sus botas militares los cadáveres de soldados israelís muertos
Un niño muerto con el pijama de Mickey Mouse
Pero las imágenes más duras de la proyección son las que muestran a niños pequeños y bebés muertos, ante las que algún periodista agacha la cabeza o se tapa los ojos. Se puede ver el cadáver de un bebé de apenas unos meses, todavía con pañal; o el de un niño de cuatro o cinco años con un pijama de Mickey Mouse; también el de un padre muerto junto al carrito de su bebé.
Durante la proyección también se escuchan grabaciones de audio interceptadas a los terroristas. Una de ellas es una llamada de teléfono de un miliciano a sus padres durante el ataque:
Terrorista: Papá, papá, te estoy llamando con el teléfono de una mujer judía. La he matado a ella y he matado a su marido. He matado a diez judíos con mis propias manos. ¡Aún tengo las manos manchadas de sangre! Díselo a mamá.
Padre: Que dios te bendiga.
Terrorista: Mamá, tu hijo es un héroe.
Madre: Mata, mata, mátalos.
El festival de música electrónica Nova, donde fueron asesinados más de 200 jóvenes, es otro escenario que aparece en el vídeo proyectado por Israel. Se pueden ver decenas de cadáveres esparcidos por los suelos, a jóvenes aterrados escondidos en un contenedor de basura antes de ser masacrados y gente despavorida corriendo por el desierto en un frustrado intento de escapar de la matanza.
Duras son también las imágenes de jóvenes secuestrados por Hamás, que son grabados por los milicianos mientras son trasladados a Gaza en el maletero de vehículos pick up. Los terroristas se ríen mientras agarran por el pelo a los rehenes, muchos de ellos ensangrentados, para mostrar sus caras de terror ante la cámara. En otras imágenes se ve como centenares de gazatíes reciben con vítores a los vehículos que entran en la Franja cargados de rehenes, y como la muchedumbre les escupe y golpea.
La proyección de la masacre de Hamás concluye con un mensaje subrayando que en las imágenes vistas han aparecido 138 víctimas mortales, «menos del 10% del total de personas asesinadas por Hamás» el fatídico 7 de octubre, que se saldó con más de 1.400 muertos.
«Los ministros de Podemos han dicho cosas horribles»
Entre los 241 rehenes que siguen atrapados en Gaza hay familiares del propio Dan Poraz, segunda autoridad de la embajada israelí en España. «La prima de mi madre, que tiene 78 años, vivía en el kibutz Nir Oz, cerca de la Franja, y fue secuestrada el 7 de octubre junto a su marido, su hija y su nieto, que se llama Ohad Munder y ha acaba de cumplir los 9 años mientras está retenido en Gaza con los terroristas», explica a 20 Minutos tras la proyección. «En ese kibutz secuestraron a uno de cada cuatro habitantes, el más pequeño, un bebé de solo 9 meses que todavía mamaba», añade.
Poraz también sostiene que los terroristas llevaban cámaras Go Pro para grabar su masacre «con el objetivo de publicarlas posteriormente en redes sociales para sembrar terror entre la población de Israel».
El diplomático israelí asegura que «es importante mostrar estas imágenes en España para que lleguen a algunos políticos», en referencia a miembros del Gobierno que, a su juicio, no han condenado el atentado de Hamás con suficiente rotundidad. «Los ministros de Podemos no han condenado el ataque de forma rotunda, incluso han dicho palabras horribles contra Israel», dice.
Sobre la intervención militar en Gaza, Poraz asegura que Israel «está decidido a alcanzar sus objetivos en esta guerra» porque «no puede seguir conviviendo con un estado terrorista en su frontera, con un estado que glorifica la muerte y el asesinato». «No podemos convivir con una Gaza controlada por Hamás y estamos obligados a eliminar la grave amenaza que supone para nosotros. Igual que el mundo acabó con el Estado Islámico, Israel acabará con Hamás».